En Castropol, las obras de urbanización de un céntrico solar han sacado a la luz unos enigmáticos canales que han sorprendido mucho a los arqueólogos. Se han hecho pruebas que confirman que hay restos del siglo II a.C., pero hay que seguir estudiando el yacimiento.
Nadie es capaz de discernir el mayor enigma arqueológico del Principado. La sorpresa entre los arqueólogos asturianos, también de algunos gallegos, es total.
En los canales encontrados, poco habituales, se hizo la prueba del carbono-14 a algunos restos y confirmaron la existencia de restos previos a Cristo. Se descarta que sea un castro, porque no hay restos de asentamientos ni nada parecido, por lo que se cree que puede haber sido una mina, pero aún no se sabe de qué materiales.
Si hace siglos fue una mina hay que saber qué buscaban, por eso se han hecho pruebas geológicas en el sustrato para salir de dudas. Un arqueólogo del Principado ha visitado hoy el lugar.
Patrimonio tiene la última palabra ahora para permitir o no que la construcción de una treintena de viviendas continúe.
Para el promotor de esta obra, la sorpresa también ha sido mayúscula. Lleva 11 años esperando para empezarla y siempre le han surgido problemas. Éste, asegura, es uno más.
Algunos curiosos, incluso, bromeaban hoy con la posibilidad, incluso, de encontrar momias. Todo serán conjeturas hasta que conozcamos los resultados de los nuevos análisis que podrían llegar a finales de este mes.
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