Constatan la importancia de los percebes adultos en la regeneración de sus poblaciones
Un estudio apunta a la importancia de no extraer todos los percebes de las rocas
Un equipo internacional liderado por investigadores de la Universidad de Oviedo y del Observatorio Marino de Asturias ha revelado el papel clave de los ejemplares adultos de percebe en la regeneración de este recurso pesquero y la importancia de no extraerlos todos de la roca para evitar el agotamiento de sus poblaciones.
El estudio, liderado y dirigido por los investigadores del Observatorio Marino de Asturias en la Universidad de Oviedo José Luis Acuña y Víctor Gómez, ha seguido el proceso de recuperación de 500 huecos vacíos dejados en la roca tras extraer el percebe en poblaciones de la costa suroeste de Europa durante cuatro años y sus resultados acaban de ser publicado en la revista Reviews in Fish Biology and Fisheries.
Acuña, catedrático de Ecología de la Universidad de Oviedo, explica que las larvas pelágicas de los percebes, que nadan libremente, se fijan preferiblemente sobre los pies de los adultos que quedan en las rocas, que parecen ofrecer un hábitat más favorable para su crecimiento y supervivencia.
Los datos del estudio demuestran que más del 90% de los huecos que dejan en las rocas los perceberos tras la extracción inician la recuperación en menos de seis meses si se dejan algunos adultos en su periferia, mientras que si no se hace esta cifra cae a un 25%, y un 40% de los huecos siguen sin regenerar tras más de cuatro años.
Además, una vez iniciada la recuperación, el piño de percebe crece a un ritmo de 0,5 cm2/mes en ausencia de adultos y hasta 2,54 cm2/mes cuando los huecos explotados están en contacto con muchos adultos.
El estudio implica que la eliminación de todos los percebes adultos de las rocas, así como de otros cirrípedos, mejillones y algas coralinas, retrasa de manera crítica la recuperación de sus poblaciones, con un impacto negativo en la pesquería.
Como solución, los investigadores proponen utilizar herramientas (bistronzas, raspas, rasquetas) más selectivas y estrechas, con un ancho menor a los 3,5 cm.