El Real Oviedo resucitó después de tres derrotas consecutivas a costa del Huesca, al que venció en el Alcoraz (0-2). El conjunto oscense queda muy tocado con cuatro derrotas consecutivas.
El Huesca se empleó con más decisión y con más intensidad en la primera mitad, ante un Real Oviedo que evidenció falta de confianza y de personalidad en el medio del campo y delantera, esperando no encajar ningún gol, olvidándose de la faceta ofensiva y con muy poca elaboración de juego.
El Huesca echó en falta a su extremo derecho Gerard Valentín, que es siempre el jugador que más peligro genera y también más creatividad en la parcela central, confiando más en las faltas y sobre todo en los saques de esquina.
Tras el descanso, el Real Oviedo se adueñó del balón y mostró una mayor ambición que en la primera mitad y fruto de ello fue el primer gol del partido, tras una pérdida de balón del azulgrana Nieto y, tras el posterior centro de Pomares, sería Paulino quien remataría de cabeza batiendo en el minuto 50 a Alvaro Fernández.
El adelantarse en el marcador le daría una mayor confianza a los azules, pero también mayor empuje al Huesca, que con la entrada de Elady y Joaquín buscó más profundidad, pasando a dominar el partido y encerrando al conjunto ovetense.
El Huesca arriesgó en busca del empate y eso propició que el equipo carbayón, en las contras, llevara mucho peligro. El Real Oviedo sentenció el partido con el segundo gol, por medio de Borja Sánchez, en el minuto 94.
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