Se cumple el primer aniversario de la muerte de Yago Lamela

Fue subcampeón del mundo en tres ocasiones

El primer aniversario del fallecimiento del atleta asturiano Yago Lamela, encontrado muerto hace un año en su domicilio de Avilés, se cumple hoy con el recuerdo especial de su técnico Juanjo Azpeitia, con el que se proclamó subcampeón mundial al saltar 8,56 metros, que rememora aquel registro épico de un "supergenio".

Olímpico en Sydney 2000 y en Atenas 2004, fue subcampeón del mundo en tres ocasiones -con una marca de 8,56 metros en dos de ellas tanto en pista cubierta como al aire libre- y medalla de bronce en el Mundial de París en 2003.

Yago Lamela (24 julio 1977-8 mayo 2014) saltó a la fama el 7 de marzo de 1999 cuando alcanzó un salto de 8,56 metros en la final del Mundial en uno de sus memorables duelos con el cubano Iván Pedroso, cuya marca le valió el título de subcampeón mundial, y le permitió instaurar el récord de Europa, que ostentó durante una década hasta que le fue arrebatado por el Sebastien Bayer (8,71 metros).

El avilesino, que irrumpió con fuerza en la especialidad de longitud, dominado hasta entonces por atletas de la raza negra, se convirtió en un fenómeno social por la gesta alcanzada al saltar 8,56 metros en Maebashi, que logró repetir en Sevilla en el Campeonato del Mundo al aire libre.

Durante la década en la que permaneció en la elite del atletismo mundial acreditó otras marcas relevantes que le valieron podios en competiciones continentales; sin embargo no pudo disfrutar de sus mejores momentos en sus dos participaciones olímpicas, a las que llegó mermado por lesiones.

Precisamente esos contratiempos, que incluyeron dos operaciones del tendón de Aquiles, junto a un grave accidente de tráfico que sufrió en Albacete y algunos problemas psiquiátricos, por los que precisó varios días de internamiento, marcaron los peores instantes de su vida.

En 2009 anunció su retirada, con la que ponía fin a una carrera que con motivo del trágico desenlace que supuso su muerte, cuando contaba 36 años, suscitó el reconocimiento público unánime de instituciones y organismos, que han valorado la magnitud del deportista.

Así, la Federación Internacional de Atletismo expresó sus condolencias y recordó en su web la figura de Lamela, al que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dedicó un tuit con un "recuerdo emocionado al mejor saltador de la historia"; y el Ayuntamiento de Avilés dio su nombre al estadio de la ciudad.

Cientos de personas le despidieron en el funeral celebrado en la iglesia de Santo Tomás de Canterbury de Avilés, donde el féretro a hombros del técnico que le aupó al éxito, Juanjo Azpeitia, y de cinco atletas amigos del deportista fallecido, recorrió el pasillo del templo entre vítores y aplausos como si de un salto se tratara.