La inflación hace que cada vez sea más complicado irse de vacaciones. En julio, el precio medio de los hoteles fue de casi 165 euros por noche. Es un 5% más que hace un año. Para ajustar el presupuesto, muchos optan por estancias más cortas o por elegir destinos más económicos.
Si en junio se dispararon los precios de los paquetes y vuelos para viajar por España, la subida continuó en julio. Baja el precio de los carburantes pero sube el de los alojamientos y restaurantes. En este escenario, muchos prefieren estar menos días de vacaciones en lugar de renunciar a esos días de descanso.
A la hora de decidir destino, para muchos los precios en destino son determinantes. Asumen que a la hora de elaborar el presupuesto, a los gastos de alojamiento hay que sumar muchos otros. Y que la inflación también se nota ahí.
También hay muchas personas que, a la vista del alza de precios, este verano ni siquiera se han planteado irse de vacaciones.
A pesar de que, según el INE, los precios ligados al turismo han subido un 10% este año, el sector sigue marcando niveles récord. Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, en 2024 el turismo representará el 15% del PIB.
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