Los consumidores lo tienen claro. Los préstamos rápidos y tarjetas de pago aplazado tienen que estar regulados cuanto antes y cumplir como las demás entidades de crédito. Pero la UCE incluso va más allá. No se debería de permitir que el límite de la usura estuviera en el 26% de interés asegura Dacio Alonso, presidente de la UCE.
5.000 familias asturianas tienen tarjetas revolving y en los últimos 5 años la UCE ha logrado que los tribunales devuelvan más de 3 millones y medio a familias a las que se les reconoció usura o desinformación en su préstamo. Lo habitual, reconocen desde el Colegio de Abogados de Oviedo, es que se dé la razón al consumidor señala Beatriz Fernández-Pello Montes.
Por parte de la Asociación de Establecimientos Financieros creen que la regulación llega tarde y nunca se podría haber permitido que se prestara dinero fuera de control apunta Fernando Casero, presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito. Y denuncian la desigualdad en la competencia con unas entidades que se saltan todas las normas.
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