Barbón apoya la exigencia de la SEPI de que Duro Felguera diseñe un plan de viabilidad

El Sindicato de Accionistas Minoritarios de Duro celebra que la SEPI no rechace capitalizar la deuda
El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha respaldado este jueves la exigencia que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha realizado a Duro Felguera para que presente un plan de reestructuración que garantice el futuro de la compañía "si quiere recibir más ayudas" porque el "dinero público es de todos".
"Es algo que cualquiera entendería. Si pones 120 millones de euros es normal que exijas un plan de viabilidad. El dinero público es dinero de todos", ha dicho el jefe del Ejecutivo asturiano en una rueda de prensa en la que ha hecho balance de su viaje institucional a Estrasburgo.
Barbón ha explicado que la ingeniería, que recibió un ayuda pública de 120 millones de euros a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE) de la SEPI que está pendiente de devolución, debe realizar una "planificación si quiere recibir más ayudas", dado que el dinero público no se puede dar "a cambio de nada" y tiene que tener una "contraprestación".
El presidente asturiano ha dicho estar "preocupado" por la situación que atraviesa la empresa y en la que el Gobierno del Principado "siempre hará de mediador".
La SEPI trasladó ayer, miércoles, al grupo de ingeniería y de bienes de equipo la exigencia de que presente un plan de reestructuración que garantice el futuro de la compañía.
Así lo apuntaron a EFE fuentes conocedoras de la reunión que mantuvo el consejo de administración de la multinacional asturiana para analizar la situación de la compañía, que se encuentra en preconcurso de acreedores desde hace dos meses.
Dichas fuentes señalaron que la SEPI, que dispone de dos de los nueve puestos del consejo de administración a raíz del rescate público del que fue objeto la empresa en el año 2021, ha puesto de manifiesto que no valorará ninguna actuación aislada sin que la dirección presente antes un plan de viabilidad.
La sociedad controlada por los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil ha admitido que la compañía está "muy preocupada porque el tiempo se agota", debido a que el plazo del preconcurso finaliza el próximo 11 de marzo.
La empresa, que cuenta con cerca de 1.500 trabajadores, decidió hace dos meses iniciar negociaciones con sus acreedores con el fin de aprobar un plan de reestructuración que permita su "viabilidad futura y la conservación del mayor número de puestos de trabajo posible", según explicó entonces la compañía.