El Gobierno de Brasil envía una comitiva de ministros al estado de Rio Grande do Sul para supervisar la entrega de ayuda humanitaria a las personas afectadas por las inundaciones que han desplazado a miles de habitantes de la región desde el lunes.
El presidente, Lula Da Silva, también ha visitado la zona y ha prometido todos los recursos necesarios para hacer frente al impacto de las lluvias, que hasta el momento han provocado la muerte de al menos 13 personas, pero se calcula que sea muchas más debido a los deslizamientos de tierra.
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