Eran las cuatro de la tarde cuando un grupo de militares encabezados por el comandante general del ejército Juan José Zuñiga, llegó armado a la sede del Gobierno de Bolivia y tumbaron la puerta con un tanque.
La acción fue calificada por el presidente boliviano, Luis Arce, como un "intento de golpe de Estado". Inmediatamente Arce relevó a toda la cúpula militar y llamó a la población a movilizarse .
Tras cuatro horas de tensión y movilizaciones en la calle en defensa de la democracia, los militares y los tanques se replegaron y Zúñiga fue capturado saliendo del Estado Mayor, donde acusó a Luis Arce de darle la orden de "sacar" los "blindados" porque su "popularidad" estaba cayendo.
Poco después, el ministro de Defensa boliviano comunicaba que Juan José Zuñiga había sido cesado un día antes de efectuar un golpe fallido que ha dejado nueve heridos y que ha sido condenado de forma unánime por la comunidad internacional.
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