Rusia recrudece los ataques e impide los corredores humanitarios
Un millón y medio de refugiados en 10 días, el mayor éxodo desde la Segunda Guerra Mundial
Los proyectiles rusos han caído en la carretera por la que los civiles huían a pie de Irpin, una población situada a unos 20 kilómetros de Kiev, en lo que se entiende como una intensificación del asedio de las fuerzas rusas a la capital ucraniana.
Los ataques rusos ha impedido por segundo día consecutivo la evacuación de civiles de la estratégica ciudad de Mariúpol. Según las autoridades ucranianas, el desastre humanitario va a más, mientras la gente continúa intentando huir de Kiev.
Rusia recrudeció este domingo los combates y bombardeos en Ucrania, donde el éxodo de refugiados ya supera el millón de personas y el asedio se estrecha sobre las principales ciudades.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, insistió hoy en que mantendrá su llamada "operación especial" en Ucrania, iniciada el 24 de febrero, hasta que acabe la resistencia en ese país a la invasión y acepte las demandas rusas, informa la agencia estatal rusa RIA Nóvosti, citando fuentes del Gobierno.
Así se lo comunicó en conversación telefónica a varios líderes internacionales que este domingo le han pedido infructuosamente un inmediato alto el fuego en Ucrania, como el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro israelí, Nafatí Benet, o el mandatario francés, Emmanuel Macron.
Según informó hoy el Elíseo, Putin no tiene intención de renunciar a los cuatro objetivos que se ha marcado con la invasión de Ucrania y los logrará bien por aceptación de Kiev o con la guerra.
Esas cuatros exigencias son lo que Moscú llama la "desnazificación" de Ucrania, su desmilitarización, el reconocimiento de la independencia de Crimea y el reconocimiento de la independencia del Donbás (este de Ucrania).
Putin aseguró a Macron que no tiene no tiene intención de atacar las instalaciones nucleares en Ucrania, después del ataque ruso el pasado viernes a la central de Zaporiyia, que causó un incendio en un edificio administrativo a unos cientos de metros de los seis reactores y el temor a una expansión del conflicto.
FRACASO DE LA SEGUNDA EVACUACIÓN
En Ucrania la evacuación de la población civil de la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol fracasó hoy por segundo día consecutivo por los ataques de las Fuerzas de Rusia en el área, según las autoridades ucranianas,
La evacuación de la población de ciudad, de 450.000 habitantes, se hubiera efectuado desde tres puntos mediante autobuses municipales y, siguiendo la ruta prevista y en una columna, en transporte privado.
En sus conversaciones con los líderes internacionales, el presidente ruso negó que los civiles sean un objetivo militar y culpó a las autoridades ucranianas al dejar salir a la población de las ciudades asediadas.
Rusia invadió hace once días Ucrania y comenzó a bombardear las principales ciudades, provocando más de 2,000 civiles muertos, según las últimas cifras provisionales del Servicio Estatal de Emergencia ucraniano, y la huida de más un millón de personas, de acuerdo con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
PROTESTAS EN RUSIA
Mientras, en Rusia varios miles de personas respondían este domingo al llamamiento del líder opositor Alexéi Navalni para manifestarse en contra de la guerra en las principales ciudades rusas.
Según los datos ofrecidos por las autoridades rusas, hubo al menos 3.500 detenidos de un total de 5.200 personas que participaron en las protestas.
La más numerosa se celebró en Moscú, con unos 2.500 asistentes, de los que 1.700 fueron arrestados. Además, 1.500 personas participaron en una protesta similar en San Petersburgo, 750 de las cuales fueron arrestadas.
El líder opositor ruso Alexéi Navalni había instado desde la cárcel a la población del país a que "ignorase las prohibiciones" y saliese este domingo para exigir el fin de la invasión de Ucrania y protestar contra el presidente Putin como artífice de la intervención.
La Fiscalía General de Rusia y el Ministerio del Interior habían advertido a la población de que no participase en las protestas al recordar que se castigará con penas de cárcel, un aviso que Navalni denunció como un acto de represión.
El domingo también deja la destrucción del aeropuerto de Vinnytsia, ubicado en el centro-oeste del país, una zona hasta ahora relativamente alejada de las hostilidades.