Cerca del 30% del total de partos son inducidos. La maternidad tardía provoca que este tipo de intervenciones aumente, según las matronas. En cuanto a las cesáreas, estas profesionales creen que hay un abuso y que sería necesario engrosar las plantillas para cumplir con las recomendaciones.
Más del 22% de los partos del Sistema Nacional de Salud acaban en cesárea. En el caso de Asturias, son cuatro puntos menos, un 18%. Aunque solo Navarra y País Vasco están por debajo del 15% identificado por la OMS como buena práctica. Tasas que se disparan en el caso de los centros privados.
La Federación de Matronas considera que parte de estas cesáreas no responden a criterios clínicos sino organizativos.
En el caso de la inducción de los partos, el intervencionismo, está más justificado ya que la edad de las madres han aumentado y esto conlleva más patologías, afirman.
En 2022 un 27,5% de los partos fueron provocados, frente al 17% en 2026.
Las matronas explican que la atención al parto ha mejorado desde que comenzó a desmedicalizarse en el 2000, pero que aún hay exceso de intervencionismo.
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