El presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez Barazón, ya está en prisión acusado de amañar presuntamente contratos en la Estación de San Isidro. Marcos Martínez Barazón puso en marcha procedimientos negociados de contratación vinculados a la vecina estación de San Isidro a los que sólo invitaba a empresas vinculadas a Alejandro de Pedro Llorca. El objetivo sería mantenerse en el cargo gracias a los contactos de este último entre los altos cargos del Partido Popular.
El auto va más allá al asegurar que Barazón tenía participación en alguna de las empresas adjudicatarias. Lo que lleva al Juez a acusarlo de negociaciones prohibidas, prevaricación, revelación de secretos, tráfico de influencias, cohecho y fraude.
El juez sigue el criterio del fiscal y decreta su prisión incondicional ante el temor de fuga y que pueda destruir pruebas. Su conseguidor, De Pedro Llorca, también ha sido enviado a la cárcel. Poco después el Partido Popular anunciaba su expulsión del partido y le ha pedido que renuncie a todos sus cargos.
Francisco Granados y David Marjaliza, supuestos cerebros de la trama, finalmente comparecerán mañana en la Audiencia Nacional ya que el magistrado quiere interrogarlos en último lugar, y aún quedan varios detenidos de los 40 que en esta segunda jornada estaban citados a declarar.
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