Los tractores llegan a Bruselas en protesta por precio de la leche

Tejerina dice que ninguna explotación ganadera cerrará por la caída de precios

Un centenar de tractores llegó hoy a Bruselas para protestar por la crisis agroalimentaria, que ha desplomado el precio de la leche, en vísperas del Consejo extraordinario de ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) que se celebra en la capital.

Las primeras protestas ya han provocado problemas de tráfico en las vías de acceso a Bruselas, aunque por el momento se han desarrollado sin incidentes destacables, según el diario "Le Soir". Para la jornada de mañana se espera que cerca de 5.000 tractores transiten por las calles de la capital.

Los agricultores comenzarán sus marchas en distintos puntos del país hasta llegar a Bruselas, donde se organizarán en columnas de manifestantes que avanzarán hasta confluir frente al edificio Justus Lipsius, sede del Consejo de la UE, a las 11:00 GMT, informa por su parte "La Libre Belgique".

Los manifestantes protestan por la crisis agroalimentaria que ha afectado sobre todo al sector lácteo. Reclaman una subida del precio de la leche que en junio se pagaba a 28,2 céntimos de euro el litro, un 25 % por debajo de lo que costaba un año antes.

García Tejerina dice que ninguna explotación ganadera cerrará por la caída de precios

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, asegura que "ninguna explotación ganadera cerrará por la caída de precios" y subraya que el Gobierno está haciendo todo lo que puede por resolver la situación.

En una entrevista publicada hoy en ABC Empresa, dos días después de la "marcha blanca" de protesta de ganaderos que el viernes llegó a las puertas de su Ministerio, García Tejerina considera que las reclamaciones del sector son "legítimas", pero añade que "están en vías de solución desde hace tiempo".

En esta línea, avanza que se va a probar un real decreto para obligar a las empresas de distribución a publicar el precio medio al que compran la leche a la industria, pero también se van a duplicar las inspecciones de oficio que hace la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) para vigilar los contratos que se realizan y los precios.

Sobre la ayuda de 300 euros por vaca con un máximo de 10.000 por explotación, la ministra reconoce que no es la solución definitiva, pero "sí un importante balón de oxígeno que pedía el sector para el corto plazo y el Gobierno ha sido sensible".