El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, que hoy ha renunciado a su escaño en el Congreso, ha argumentado que su decisión se debe a su "profundo desacuerdo" con la decisión del Comité Federal socialista de facilitar la investidura de Mariano Rajoy.
"No iré contra mi partido ni iré contra mi compromiso electoral", ha justificado en rueda de prensa en el Congreso.
Sánchez ha asegurado que su renuncia no supone que vaya a "dejar la política", sino que significa "volver a empezar de nuevo en ella como un militante más".
"A partir de ahora cojo mi coche para recorrer de nuevo todos los rincones de España", ha dicho Sánchez, en la rueda de prensa en la que ha anunciado su renuncia al acta de diputado.
Sánchez ha roto en un llanto contenido en la rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso para anunciar su renuncia al acta de diputado, en el momento en el que se disponía a explicar "cuán dolorosa" le resulta la decisión que ha tomado.
Sánchez, que ha estado diez segundos sin poder hablar de la emoción, ha subrayado que ésta no ha sido "fácil" para él, pero que no podía "fallar" a los "militantes con o sin carné" que le apoyan.
Finalmente ha advertido de que el mandato de la gestora que dirige Javier Fernández finalizará el próximo lunes y le ha exigido que ponga "fecha, hora y lugar" al congreso extraordinario para elegir al nuevo líder del partido.
"Hoy expira el mandato de la gestora. Hoy se facilita la presidencia de Mariano Rajoy y el lunes, la gestora deberá poner fechar, hora y lugar para la celebración del congreso. Los socialistas queremos votar. Repito, los socialistas queremos votar", ha proclamado Sánchez.
El exlíder del PSOE ha subrayado que se volcará a partir del lunes a defender "el derecho a votar de la militancia".
El PSOE, en el ojo mediático
La renuncia de Pedro Sánchez culmina una semana dificil para los socialistas. El miércoles Rajoy dio su discurso como candidato en este nuevo proceso de investidura.
Pero la lupa mediática se dejaba para el jueves, para la entrada del exsecretario general donde se analizaba cada abrazo, cada sonrisa o palmada en el hombro, y, sobre todo, la reacción de Antonio Hernando.
Persona de confianza de Sánchez y defensor entonces del 'no', ahora el trago amargo era explicar la abstención.
Mientras Albert Rivera, en su tercera investidura como socio de un candidato, reiteraba la actitud vigilante que tendrá Ciudadanos, Pablo Iglesias se asumía como única oposición real.
Mariano Rajoy hoy afronta su segunda votación en la que previsiblemente saldrá elegido con la abstención de los socialistas.
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