Fuente: EFE, 26 de octubre. 2016 20:35

Rajoy ofrece un Gobierno abierto al diálogo y a negociar cuanto sea necesario

Mariano Rajoy durante el pleno de investidura del 26 de octubre

El PSOE justifica la abstención: "Por nuestro país"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha ofrecido hoy en su discurso de investidura un ejecutivo abierto al diálogo y su disposición a negociar, "cuanto sea necesario, todas las decisiones".

Rajoy, en una intervención de 49 minutos ante el pleno de la Cámara Baja -el de su investidura fallida de agosto tuvo una duración de 80 minutos-, ha reconocido que un gobierno en minoría necesitará colaboraciones.

"Tengo asumido que cada día tendremos que construir una mayoría para la gobernabilidad", ha admitido antes de garantizar que no le faltará tiempo para escuchar y atender las inquietudes de todos los grupos del Congreso y para saber interpretar lo que han dicho los españoles.

Pero ha pedido también responsabilidad a todos los grupos para "barrer hasta la sombra de la inestabilidad".

Rajoy asume que su gobierno tendrá dificultades que no serán "pocas ni pequeñas", pero ha subrayado que tanto él como su partido están dispuestos a afrontarlas y a "soportar los sacrificios que sean necesarios".

El objetivo es conseguir un gobierno que no sea "de mero trámite", sino "duradero, sólido y tranquilizador".

El líder del PP ha admitido también que cualquier ley o reforma requerirá "acuerdo, negociación, cesión y entendimiento", pero no cree que esa necesidad de diálogo deba verse como un "peaje incómodo" sino como una "oportunidad".

El presidente del Gobierno en funciones ha asegurado que, a pesar de la interinidad del Ejecutivo en los últimos meses, "España en ningún momento ha estado en funciones" y "ha mantenido su rumbo", pero ha insistido en que todo tiene "límite" y hace falta salir de la "inestabilidad".

No se ha referido explícitamente al PSOE, pero ha considerado que desde su investidura fallida ha habido "cambios relevantes" que abren la puerta a un nuevo gobierno.

Y ha considerado que permitirle formar un nuevo ejecutivo no supone forzar la voluntad de nadie ni tampoco "que nadie tenga que renunciar a sus principios".

Sí ha agradecido a Ciudadanos y Coalición Canaria, así como a Foro, PAR y UPN, el apoyo a su investidura y les ha garantizado que cumplirá todos los acuerdos a los que ha llegado con ellos.

Y ha elogiado también la actitud del PP, que ha dicho que es la única "alternativa razonable" de gobierno, "como el tiempo se ha encargado de demostrar".

En sus propuestas de gobierno ha defendido no dar marcha atrás en las reformas que han permitido superar la crisis y ha considerado la creación de empleo como "la meta de la política económica", al tiempo que ha reiterado su apuesta por lograr la creación de medio millón de empleos al año.

Ha invitado al consenso en asuntos concretos como las pensiones y la educación y ha defendido acuerdos para aprobar los próximos presupuestos, porque se trata de una cuestión "apremiante".

Ante el desafío catalán, ha reiterado que cumplirá con su "obligación" de defender la soberanía nacional, aunque se ha mostrado dispuesto a buscar fórmulas que acomoden mejor la necesaria solidaridad territorial.

Ha invitado, además, a enriquecer el pacto anticorrupción, "desde la humildad y el reconocimiento de los casos que han protagonizado personas" de su partido, aunque con la "certeza" de que "nadie puede presumir de infalibilidad".

El PSOE justifica la abstención: "Por nuestro país"

La secretaria general adjunta del PSOE en el Congreso, Isabel Rodríguez, ha criticado hoy el triunfalismo y la autocomplacencia de Mariano Rajoy, un candidato al que estarían votando no "eternamente", aunque se abstendrán el sábado por responsabilidad con España. "Por nuestro país", ha dicho.

Tras el discurso del candidato del PP en la primera sesión del debate de investidura, ha sido Rodríguez quien ha comparecido ante la prensa para ofrecer la opinión del grupo socialista, dividido ante la decisión del Comité Federal del PSOE de abstenerse el sábado.

"Por nosotros, estaríamos votando no a Rajoy eternamente", ha subrayado. "Pero no se trata de nosotros ni del PSOE, sino del país. Y el país necesita desbloquearse", ha apostillado, con el argumento de que es necesario un gobierno que empiece a gobernar para acabar ya con una situación de bloqueo institucional y un ejecutivo en funciones durante más de 300 días.

Así las cosas, ha justificado la abstención del sábado y ha dicho que los socialistas confían en que en el futuro los españoles sepan valorar esa responsabilidad: "Por nuestro país estamos asumiendo una actitud responsable".

Una actitud que ha contrapuesto a la de la "derecha", de la que, a su juicio, sólo se puede esperar que defienda sus propios intereses, y a la de los nuevos partidos que llegaban para arreglar el país, los cuales se ha visto que son "incompetentes" para arreglar los problemas de España.

Del discurso de Rajoy, Rodríguez ha señalado que le ha faltado autocrítica y que le ha sobrado autocomplacencia y triunfalismo.

Se ha congratulado de que hoy haya "nacido" un Rajoy "pactista", si bien se ha quejado de que esa voluntad de diálogo llegue cinco años tarde y después del sufrimiento causado a personas.

Rodríguez ha asegurado que el PSOE va a liderar la oposición y que le dirá a Rajoy que "deje de soñar con vivir" como si tuviera una mayoría absoluta, porque los socialistas van a trabajar para combatir y revertir sus políticas.

Y ha aprovechado para lanzar un dardo a Podemos al recordar que hace siete meses que podría estar gobernado un presidente socialista.

Preguntada sobre la fractura interna en el grupo, ha reconocido que éste es un momento difícil para su partido, el grupo parlamentario y para ella personalmente, aunque ha confiado en que sus compañeros, entre quienes ha incluido al dimitido secretario general Pedro Sánchez, asuman su responsabilidad y acepten la decisión del Comité Federal.

Sánchez, que sí ha asistido al pleno, no ha querido hacer declaraciones y se ha remitido a lo que dijera la dirección de su grupo.