Suiza no fija fecha para la entrega del argelino presuntamente implicado en el Caso Ardines
El acusado aún tiene que cumplir un año de cárcel en Suiza por delitos cometidos después del asesinato
El ciudadano de nacionalidad argelina investigado como uno de los dos presuntos autores materiales de la muerte del concejal de IU en el Ayuntamiento de Llanes Javier Ardines, en agosto de 2018, aún tiene que cumplir en Suiza un año de cárcel por delitos cometidos después del asesinato, por lo que aún no es posible su entrega a España.
K.M. fue condenado en Suiza el pasado 18 de diciembre a una pena de 22 meses de cárcel, de la que se deben deducir los 310 días que pasó en prisión preventiva, por lo que le queda por cumplir un año, según ha comunicado la Subdirección General de Cooperación Internacional del Ministerio de Justicia al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Llanes.
Por ello, las autoridades suizas señalan que no pueden aportar, por el momento, la fecha en la que el reclamado podría ser excarcelado en libertad condicional, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).
No obstante, la Oficina Federal de Justicia de Suiza se ha comprometido de nuevo a mantener informadas a las autoridades españolas sobre la ejecución de la citada pena en Suiza y, en particular, de cuándo podrá ser efectuada la entrega del hombre para que puedan practicarse bajo la dirección de la magistrada de Llanes las diligencias pendientes.
Dichas diligencias no han podido llevarse a cabo hasta el momento por la negativa de las autoridades suizas a la extradición provisional del investigado.
Por el asesinato de Ardines fue detenido el 19 de febrero de 2019 en su vivienda de Amorebieta (Vizcaya) Pedro L.N.A., amigo personal del concejal, como supuesto inductor al encargar presuntamente el crimen a dos sicarios no profesionales movido por los celos ante sus sospechas sobre una posible relación entre su mujer y el edil.
El mismo día también fueron detenidos en Vizcaya uno de los dos supuestos sicarios, D.B., de nacionalidad argelina al igual que el que se encuentra en Suiza, y J.M.B., que según los investigadores pudo servir de enlace entre el inductor y los autores materiales.
En su declaración ante la jueza, D.B. afirmó que el inductor les pagó a él y al otro autor material 25.000 euros y al mediador otros 10.000.
Según los investigadores, el presunto inductor planeó con tiempo y detalle el asesinato del que fuera su amigo movido por los celos.
Ardines, que había renunciado a su sueldo de concejal y se ganaba la vida como patrón de barco, tenía unas rutinas y unos horarios que hacían fácil calcular sus movimientos puesto que salía a diario sobre las 6:30 a faenar con su embarcación 'Bramadoria' antes de atender a sus responsabilidades municipales.
Algunos días antes de su asesinato, el concejal, de 52 años, casado y padre de dos hijos, comentó a su entorno algo que le había llamado la atención, el hecho de que encontrara unas vallas puestas en el camino rural por el que circulaba todas las mañanas.
En aquella ocasión, Ardines decidió bajar del coche para retirar las vallas y continuar su recorrido hasta el puerto de Llanes sin más incidencia, pero el 16 de agosto tres vallas de obra volvían a bloquearle el paso y, cuando se bajó de la furgoneta con el motor aún en marcha para retirarlas, fue sorprendido por sus asesinos.
La autopsia reveló que el concejal murió de varios golpes en la cabeza y nuca con un objeto contundente de forma que sólo pudo moverse unos metros antes de caer desplomado donde poco después fue encontrado fallecido por un vecino.