Un jefe de la Guardia Civil, a prisión por sus vínculos con el narcotráfico
La implicación del capitán de Algeciras era "vox populi entre los narcos"
El jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Algeciras (Cádiz) ha ingresado este jueves en prisión incondicional tras ser detenido por su presunta vinculación con el narcotráfico en el Campo de Gibraltar que él debía combatir.
El capitán Joaquín F. fue detenido ayer miércoles tras muchos meses de discretas investigaciones de los servicios de Asuntos Internos de la Guardia Civil para comprobar sus sospechas de que colaboraba con una organización de narcotraficantes de la zona.
Tras ser detenido y pasar la noche en los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, el que durante muchos años ha sido uno de los mandos encargados en la lucha contra el narcotráfico en el Campo Gibraltar ha sido puesto a disposición del juzgado de instrucción número 4 de Algeciras.
El juez, que mantiene secretas las diligencias, ha decretado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza acusado revelación de secretos, omisión del deber de perseguir delitos, prevaricación y pertenencia a organización criminal.
"Era vox populi entre los narcos", ha dicho un agente dedicado a la lucha contra el narcotráfico en la zona.
Los investigadores creen que el jefe de la Policía Judicial colaboraba con la organización de Abdellah El Haj, conocido como el "Messi del hachís" y considerado el mayor narcotraficante del Campo de Gibraltar durante años.
Según algunas fuentes, este jefe policial fue una de las personas que intervino en las negociaciones para que el "Messi del hachís", huido en Marruecos, se entregara a la Justicia española en noviembre de 2017, cuando alcanzó un pacto con la Fiscalía por el que quedó en libertad tras pagar una fianza de 80.000 euros y comprometerse a comparecer diariamente en el juzgado.
Otras fuentes han indicado que estas negociaciones se llevaron a cabo entre los abogados del "Messi del hachís" y la Fiscalía del Campo de Gibraltar, aunque a la hora de entregarse el narco decidió hacerlo en la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, por lo que en ese momento el jefe de la Policía Judicial intervino en el proceso.
No obstante, según fuentes próximas a la investigación, las pesquisas han determinado que el capitán podría haber colaborado con el "Messi", que el pasado mes de marzo anunció en una carta que huía porque "la enorme presión policial" a la que decía estar sometido le resulta "insoportable" y con quienes fueron sus sucesores tras su entrega.
Entre ellos Emilio José Mazuelo, alias Emilio el Moro, considerado la "mano derecha" del "Messi del hachís" y que fue detenido el pasado mes de enero en una redada en la que fueron arrestadas 17 personas considerados los "herederos" de la trama que lideraba Abdellah El Haj.
En busca de indicios y pruebas, los agentes han registrado la vivienda en Tarifa del capitán, en la que han encontrado unos 30.000 euros y su despacho en la Comandancia.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, ha señalado que esta detención no debe "poner en evidencia" un trabajo "continuo, efectivo y serio" que ha logrado "que el principio de autoridad vuelva a reinar en el Campo de Gibraltar".
La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha expresado su "honda preocupación" ante una situación que "pondría en evidencia la extensión de los tentáculos del narcotráfico en la provincia de Cádiz hasta altas instancias de la Administración y la función pública".
Por su parte, la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha señalado que la detención es como "un jarro de agua fría" para el cuerpo y ha pedido una "rigurosa investigación" porque "no queremos ningún garbanzo negro en la Guardia Civil".
"Nos levantamos y vamos a trabajar cada día por un sueldo muy inferior al que el más bajo de la pirámide del narcotráfico consigue en unas horas, pero lo hacemos sabiendo que cumplimos con la sociedad, por eso que un integrante de la Guardia Civil pueda estar asociado con estos delincuentes debe ser investigado hasta el final", sentencian.
Para la organización Independientes de la Guardia Civil (IGC) la detención podría evidenciar "las relaciones informales entre grupos de narcotraficantes y algún jefe del cuerpo" por las que unos "se deshacen de la competencia de grupos rivales colaborando con la Guardia Civil" y otros logran "cierto éxito y mantener el narcotráfico de alguna manera controlado".