Una joya histórica en Salas

El manuscrito detalla la influencia de las mujeres en el Medievo

Casi dos siglos después y tras un periplo de unas siete horas por tierras castellanas es lo que se ha demorado en volver, escoltado por seis dotaciones de la Guardia Civil, el pergamino original que dio lugar hace 1.000 años al Monasterio de Cornellana / Corniana. Es la cuarta vez que el Archivo Histórico Nacional hace un despliegue similar.

De entre los 200.000 documentos medievales que conserva, apenas unas decenas son milenarios como el manuscrito salense. Éste prueba que su fundación fue menester de una mujer, noble, la infanta Cristina, hija del rey leonés Vermudo II y de Velasquita.

Sobre una piel de cordero el amanuense de nombre Gogojito trazó con letra elegante en tinta de nuez de agalla y cuidada prosa en latín este documento público que rubrican unas 30 personalidades. Durante 500 años la Orden francesa de Cluny se arrogó la fundación del cenobio hasta que en el siglo XVII se encontró intramuros esta vitela cuidadosamente doblada. El manuscrito da cuenta con sumo detalle de la influencia de las mujeres en el Medievo.

La firma de la reina Velasquita y la sencilla cruz con la que rubricó su hija, dueña y señora del monasterio de San Salvador podrán escrutarla desde mañana y hasta el próximo sábado en la exposición Testamentum, en el Archivo Provincial de Asturias.

Los medievalistas dicen que esta escritura del pasado es pura ambrosía.

El pergamino despierta el interés de vecinos y visitantes

Durante casi nueve horas ha estado hoy expuesto en Cornellana el pergamino fundacional del Monasterio del San Salvador.

Han sido numerosas las personas que se han acercado a conocer el documento de cerca. Muchos incluso de diferentes puntos de Asturias. Un pergamino que para algunos debería quedarse en la región como joya museística.

Un documento que ha llamado la atención de los visitantes por su buen estado de conservación y la perfecta caligrafía a pesar de tener más de 1.000 años.

A partir de mañana domingo y durante una semana podrá verse en Oviedo antes de su vuelta al Archivo Histórico Nacional de Madrid.