El novelista estadounidense Richard Ford (Jackson, Mississipi 1944) ha asegurado hoy en Oviedo que el candidato republicano a la Presidencia de EE.UU., Donald Trump, constituye "la encarnación fea y monstruosa de la indiferencia hacia el gobierno" de sus compatriotas desde que se fundó el país.
"Los estadounidenses quieren que todos los demás sean gobernados menos ellos mismos y, como filosofía, pensar que el gobierno es la fuente de todos los males, es una noción desastrosa", ha señalado Ford durante una rueda de prensa dos días antes de recibir el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2016 de manos del rey Felipe VI.
El autor de "El periodista deportivo", que ha advertido de que necesitaría varias horas para analizar el fenómeno Trump, se ha mostrado convencido, no obstante, de que no hay posibilidades de que el candidato republicano se imponga a la demócrata Hillary Clinton.
El problema, ha apuntado, es que en su país "hay una gran falta de interés y de apoyo" hacia su propio gobierno por parte de una ciudadanía en la que, pese a ello, los seguidores de Trump son minoría, pero ha alertado de lo que puede ocurrir posteriormente.
"Alguien va a llegar y se va aprovechar de ese sentimiento y alguien más inteligente y que sea mejor demagogo lo podrá aprovechar, pero nadie sabe lo que va a ocurrir con esas personas que piensan que Trump es estupendo", ha añadido Ford.
El gran cronista del mosaico de historias cruzadas de la sociedad estadounidense, premiado por su mirada "sombría y densa" sobre la vida cotidiana de seres anónimos e invisibles que conjugan "la desolación y la emoción", ha reiterado además su postura favorable a la concesión del Nobel de Literatura a su compatriota Bob Dylan.
"No veo ningún lado malo. Hace lo que hace desde hace más de sesenta años y, con lo que escribe, ha cambiado la situación de EE.UU. y del mundo, ¿si eso no es literatura, qué es literatura?", ha señalado.
Ford, para quien el Princesa de Asturias es una motivación para seguir trabajando, ha lamentado que la falta de lectores y el aspecto económico limite la difusión de los relatos cortos con los que él mismo se inició en literatura y que llevaron a situarlo como "heredero de Hemmingway", una etiqueta que siempre ha rechazado.
"Creo que el ambiente en el mundo de los editores no ha cambiado como para que escribamos cuentos, pero siempre habrá personas como Raymond Carver o yo que escriban historias cortas así que hay esperanza en que se sigan escribiendo", ha señalado.
También ha discrepado, desde el respeto al criterio del lector, de que sus personajes, y en particular el Frank Bascombe que protagoniza cuatro de sus novelas -"El periodista deportivo", "El Día de la Independencia", "Acción de Gracias" y "Francamente Frank"-, sean sujetos con dificultades para convivir en sociedad.
Ford ha asegurado desconocer por qué, pese a la presencia numerosos personajes femeninos en su obra -"tengo un concepto muy elevado de las mujeres", ha afirmado- los protagonistas de sus novelas suelen ser masculinos, una cuestión que, a su juicio, en el ámbito de una página literaria sólo se diferencia "en un pronombre" y que hombres y mujeres "son más similares que distintos".
Para Ford, residente durante su vida en varias ciudades de Estados Unidos, una decisión compartida con su esposa, Kristina, para no "anclarse" en ningún sitio, conocer su país y romper "el techo de cristal" de los autores con una "identidad regional", nadie conoce las reglas para hacer una novela y nadie puede enseñarlas.
"Enseño en la Universidad de Columbia a personas que quieren ser escritores, pero no les enseño a escribir, les enseño a leer", ha apuntado el habitual candidato al Nobel, que fue propuesto para el Princesa de Asturias por John Banville, Antonio Muñoz Molina y Sigrid Rausing y que toma así el relevo del galardón para la literatura estadounidense de Philip Roth, que lo obtuvo en 2012.
Nacido en 1944 en Jackson (Mississipi), Ford tuvo una infancia dura tras fallecer su padre cuando tenía 15 años, lo que le llevó a tener que trabajar de fogonero en los ferrocarriles, antes de graduarse en literatura pese a que su dislexia le llevó a leer muy poco de joven y mucho, pero muy lento, ya de adulto.
Richard Ford, un adolescente candidato a la cárcel salvado por el lenguaje
"Yo era un candidato probable para acabar con el Ejército en Vietnam o en la cárcel, y en esos tiempos negros de mi vida, probablemente el lenguaje me ayudó", ha rememorado hoy el autor estadounidense Richard Ford sobre su dura adolescencia en la que, ha afirmado, nada hacía prever que acabaría siendo escritor.
Ford, que perdió a su padre con dieciséis años y al que su dislexia le alejaba de los libros en su primera juventud, ha hecho esta reflexión durante el encuentro que hoy ha mantenido con 1.500 miembros de 99 clubes de lectura de bibliotecas públicas de Asturias, Cantabria, Coruña, León, País Vasco, Palencia y Toledo
El primer novelista en ganar en el mismo año los premios Pulitzer y Faulkner por "El Día de la Independencia" está ultimando unas memorias que le obligaron a reflexionar sobre la figura de su padre, cuya pérdida le generó un tremendo conflicto entre la inmensa pena que sintió y la sensación de alivio de un adolescente que veía ampliada su libertad al perder la figura que le decía qué hacer.
"Hay algunas cosas idiotas que merece la pena hacer y, aunque todos intentamos no causar desastres, a veces los acabamos causando", ha añadido durante un coloquio con sus lectores titulado "Richard Ford en un instante" moderado por la editora y fundadora de la revista Granta en Español, Valerie Miles.
Ford ha confesado trabajar en sus obras a partir de la observación "y del interés por el mundo", lo que le lleva a advertir a sus amigos de que si no quieren ver algo en uno de sus libros, "mejor que no me lo cuenten" dado que, de lo contrario, esas anécdotas o situaciones acaban en su cuaderno de notas.
Esa pequeña libreta, que siempre lleva consigo sujeta por una cinta verde, le genera nervios cuando está medio llena dado que le entra miedo a perderla y la cambia constantemente de sitio hasta que al final, ha ironizado, opta por guardarla en el frigorífico.
El encuentro de Ford con sus lectores, en el que ha asegurado no poder confirmar si en el futuro reaparecerá su personaje Frank Bascombe, protagonista de cuatro de sus novelas, se ha llevado a cabo dentro de los actos culturales organizados por la Fundación Princesa en las fechas previas a la entrega de los galardones.
Dentro de estas actividades, varios grupos de la escena pop y rock homenajearon ya el pasado sábado al autor de "El periodista deportivo" con una sesión musical en la que interpretaron composiciones inspiradas en la obra de un autor que nunca escucha música cuando escribe porque, de hacerlo, no podría escribir "y estaría siempre escuchando a Bruce Springsteen".
Para sumar de tres, ha señalado el propio Torró, los azules tendrán que "hacerse fuertes" en el Carlos Tartiere, donde cada vez se muestran más acoplados y "más a gusto" con la afición.
Torró no se confía respecto a la tabla y advierte que el Tenerife, próximo rival de los carbayones, "necesita puntos", como todos los equipos de la categoría, por lo que hacerse con los tres puntos adquiere mayor relevancia si se piensa en conseguir la ansiada regularidad.
"El descenso está sólo a diez puntos, un equipo de abajo gana dos partidos y se pone arriba. Es una categoría muy igualada y hay que intentar conseguir la regularidad porque ganar dos partidos seguidos te hace subir muchos puestos", ha concluido el jugador.
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