Un hombre de 55 años, que durante ocho años ha sido ayudante de cocina de El Lavaderu en Gijón, ha ingresado en la prisión de Villabona por orden judicial imputado por 14 delitos de tentativa de homicidio por envenenar a sus propios compañeros.
Las víctimas relatan que cuando había una discusión dentro de la cocina, a continuación solían darse los malestares generalizados. Los trabajadores de El Lavadero sufrieron, de forma cíclica y al menos durante 7 años ,diversas patologías inespecíficas.
En algunos casos les diagnosticaron depresión o estrés. La sustancia utilizada provoca sudoración, fiebre, jaquecas y taquicardia cuando su ingestión se combina con bebidas alcohólicas y se prescribe como parte de la terapia para la cura del alcoholismo.
Las investigaciones comenzaron en octubre del pasado año a raíz de denuncias del dueño del local, Juan Luis Alfonso, que empezó a sospechar ante los reiterados casos de dolencias en el personal. Sospecharon del ayudante de cocina porque "era el único" que no presentaba síntomas de malestar.
"Veníamos descubriendo que padecíamos ciertos achaques que se repetían por lo que fuimos atando cabos", dijo Juan Luis Alfonso.
El detenido añadía a las bebidas de sus compañeros un medicamento llamado Colme que provoca reacciones en caso de ser ingerido con alcohol.
En el barrio la noticia ha causado un gran revuelo, sobre todo mediático, mientras los vecinos y hosteleros de la zona no quieren que se vincule, un suceso aislado, con Cimadevilla. Desde el restaurante han querido descartar además, que las intoxicaciones hayan podido afectar a clientela.
Se da la circunstancia que en mayo de 2011 murió uno de los empleados de El Lavaderu por un probable infarto. Tras el informe forense se autorizó su incineración. La policía no descarta que se investigue.
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