El Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2017, el estadounidense Rainer Weiss, ha explicado hoy en Avilés a un grupo de estudiantes de Secundaria que los científicos como él no buscan la fama: "lo que nos mantiene es la diversión de hacer ciencia todos los días".
No obstante, Weiss ha sido recibido por tres centenares de alumnos de centros de Secundaria asturianos como si de un famoso cantante se tratara, con aplausos, pasillos de recibimiento con carteles de bienvenida y un gran entusiasmo, del que también se ha contagiado el cuerpo de profesores.
¿A qué parte de su vida personal ha tenido que renunciar para dedicar tanto tiempo al estudio de ondas gravitacionales?, ha preguntado una alumna avilesina, que ha dado pie así a conocer la parte humana de un hombre dedicado a la observación de los sucesos del universo y apasionado con la idea de que la humanidad se acerque cada vez más a lo que ocurrió en el segundo cero, en el instante preciso del "big bang".
"Los científicos hacemos algo más que ciencia. Yo tengo familia, y parece que están contentos y felices conmigo, y mi mujer no me odia, más allá de que a veces discutimos", ha bromeado Rainer Weiss ante los chicos.
Ha reconocido que de joven no era buen estudiante y que mucho antes que la ciencia, le interesó más una pianista que le hizo viajar a Chicago para estar cerca de ella.
La pasión por la ciencia le vino más tarde, de la mano de un profesor llamado Zacarías que le dijo: "No eres tan tonto como pareces".
"Siempre vais a encontrar a una persona equivalente a Zacarías, alguien que te alienta a seguir adelante, a encontrar tu camino, no sólo son los padres, también otras personas de fuera que te enseñan el camino", ha explicado ante los chavales.
El científico ha pronunciado en el IES de La Magdalena, de Avilés, una conferencia con el título de "Historia de las Ondas Gravitacionales" en la que también ha hablado de los agujeros negros, ante 295 estudiantes asturianos, que han demostrado tener auténtico interés por la ciencia aplicada al espacio.
Uno de ellos preguntó al ponente por la diferencia entre la onda gravitacional producida por el choque de dos estrellas neutrones y la ocasionada por dos agujeros negros.
La cuestión ha dado pie al científico a referirse a la noticia que hoy está en todos los periódicos del mundo, el descubrimiento de un equipo internacional que logró observar a través de su luz y sus ondas gravitacionales la fusión de dos estrellas de neutrones.
Ese logro ha sido calificado por Weiss como "maravilloso" y ha dicho que es fruto de lo ha identificado como el futuro de la investigación científica: "la astronomía multimensajeros".
El Laboratorio de Interferometría de Ondas Gravitacionales (LIGO son sus siglas en inglés), detrás de cuya creación ha estado Weiss, ha sido capaz de detectar el momento justo en el que dos estrellas de neutrones, pareadas, que llevaban miles de año girando entre sí, colisionan, igual que hacen los agujeros negros.
"Estas estrellas estuvieron persiguiéndose durante miles y miles de años y llegó un momento en que colisionaron y fuimos capaces de escucharlo durante cien segundos, es como un silbido, muy, muy lento; y un destello, fue algo maravilloso", ha explicado el Premio Princesa de Asturias.
El científico norteamericano ha visitado el laboratorio del Instituto de La Magdalena donde el profesor de Física y Química Luis Ignacio García le explicó su método pedagógico para hacer la ciencia a los jóvenes.
"Rainer Weiss representa para nosotros el entusiasmo y la determinación por perseguir un sueño: la detención de las ondas gravitacionales, algo que en palabras de Eddington se propaga a la velocidad del pensamiento", ha subrayado este profesor de Secundaria.
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