Una vecina de Soto de Luiña lleva casi tres décadas tallando huevos de avestruz y de emú

Esther Guerra tiene varios diseños entre los que se encuentran personajes de películas taquilleras, animales o diferentes símbolos
Con paciencia y agujas. Así es como Esther Guerra va tallando estos huevos y sacándoles el dibujo. Lleva haciéndolo casi treinta años, desde que descubrió, por Internet, cómo los decoraban a mano, sobre todo en China, y se propuso imitarlos; aunque ella lo hace a máquina y trabaja con dos variedades: de avestruz y de emú.
Unos 15 días es lo que tarda en tallar un huevo estándar, aunque los más elaborados, como éste de una máscara veneciana, le pueden llevar mes y medio, dedicando cinco horas al día. Y entre sus diseños encontramos casi de todo.
Asegura que la mayoría son para regalar, y sus principales clientes son de fuera de Asturias, principalmente de Madrid y Barcelona. De ahí que, en las próximas semanas, cuente con su propia página web para recibir encargos.