Grado viaja a su pasado comercial, industrial y cultural
El Museo Etnográfico y de Historia incluye dos exposiciones permanentes
Esta mañana se ha inaugurado la nueva sede del Museo Etnográfico y de Historia de Grado en el palacio Fontela.
El equipamiento está dedicado al pasado comercial, industrial y cultural de la villa moscona e incluye dos exposiciones permanentes dedicadas a la fotografía y los acordeones, que han sido donadas por vecinos de una villa, que estrena un nuevo edificio lleno de historia viva del concejo.
A Blanca Fernández le le vienen a la cabeza 1.000 recuerdos mientras admira la recreación de una tienda de ultramarinos en la primera planta del nuevo Museo Etnográfico de Grado. Lo mimo le pasa a Mercedes Valdés, contemplando los tipos que usaban en su imprenta de la Magdalena.
Están delante de la historia y cultura de un Grado que tenía las mejores confiterías, el aceite de Miranda, donde un corte de pelo costaba 50 pesetas y las jaulas llenaban el mercao y las Singer las casas. Todo eso se recuerda en la primera planta del Palacio Fontela.
La segunda alberga dos exposiciones permanentes y casi únicas. La de Corsino recorre la historia de la fotografía. Muestra la primera cámara de daguerrotipo a la minutera, las que hicieron fotos icónicas como la de una Mata Hari detenida y cámaras de detectives que revelaban en laboratorios a oscuras.
Muy cerca encontramos a Felipe Rubial tocando uno de sus tesoros musicales, 70 acordeones y otra veintena de armónicas que ha donado para que todos puedan disfrutar de la belleza de estas piezas.
Todo se puede encontrar en la nueva sede de un edificio, que más que un museo es historia viva de una villa.