Una locomotora a vapor se convierte en el símbolo de los vecinos de Riosa
Muchos han trabajado con ella y se ofrecen a conservarla
En Riosa, una locomotora a vapor se convierte en el símbolo de sus vecinos. Muchos han trabajado con ella, en especial Nicanor Suárez, un maquinista del Pozo Monsacro que pasó 50 años en activo.
Para él es una pieza histórica, es de principios del siglo pasado y otras similares acabaron convirtiéndose en chatarra. Nicanor Suárez entró a trabajar en Hulleras de Riosa con 11 años, ahora tiene 95. Pasó por todos los puestos de trabajo: controlando las puertas de las galerías, de ayudante de lampistero, pero sobre todo fue maquinista.
La Figaredo, conocida también como número 4, estuvo activa hasta los años 70. Con 40 caballos, estuvo en el Museo del Ferrocarril y volvió a funcionar en 2009 gracias a los que la tuvieron en sus manos. Para ellos, es todo un símbolo y se ofrecen a conservarla para que no se deteriore.
Ya no podrá salir de su letargo pero, al menos, la locomotora de vapor sabe que sus compañeros de vías miran al pasado para que en un futuro nadie se olvide de ella.