Fuente: RTPA, 29 de diciembre. 2012 19:48

La emigración, historias de los 60 que se repiten en 2012

Miguel Ángel, albañil, de 41 años que trabaja en Austria

Salir de España en busca de trabajo es algo que cada vez hacen más españoles y no son sólo jóvenes o investigadores los que se van de nuestro país en busca de un buen contrato profesional ya que,  como en los años 60, muchos padres de familia empiezan a emigrar a centroeuropa para poder sacar adelante la economía familiar.

Miguel Ángel vive ahora el mismo problema que tuvo su padre cuando él era pequeño. Albañil, de 41 años, tras dos años en paro ha tenido que emigrar a Austria para sacar a su familia adelante. “El trabajo es una necesidad y nos guste o no nos guste hay que trabajar pero que no me pase como a vecinos a los que les van a quitar el piso”, explica Miguel Ángel. 

A su mujer y su hija las ve gracias a Internet y ha viajado 20 horas en coche para pasar las Navidades con ellas. Asegura lo peor es estar lejos de la familia y también el idioma. En Austria comparte piso con su hermano y otros dos compañeros asturianos y entre todos han contratado una profesora particular para avanzar con el alemán.

Algo parecido le pasó a Luis que trabajó 6 meses en Amsterdam, como soldador en una central térmica, y reconoce que los inicios fueron muy duros. “Llegas, con el choque de nunca haber tenido tanta gente alrededor que no te va a entender. Los primeros días son fatales”, asegura. 

Ahora ha encontrado trabajo en España, pero volvería a trabajar fuera si recibe una oferta de una empresa extranjera. “Miro ofertas de trabajo por Internet u ofertas de trabajo directamente en empresas para volver a trabajar a Holanda”, explica Luis. 

Le interesa volver pero con una buena oferta que les permita vivir al nivel de vida del país al que se ha desplazado porque, muchas veces, los sueldos de los españoles son más bajos. Es lo que le pasa a Miguel Ángel, que aún no ha podido llevarse a su familia con él ya que, aunque su sueldo oscila entre los 1.400 y los 1.500 euros, “la mitad se va en el alquiler”. “Nosotros no tenemos el sueldo de un austriaco, si lo hubiéramos nos iríamos toda la familia del tirón”, asegura. 

Es la situación de cada vez más familias. Historias de los años 60 que se repiten.