Unos Premios en tiempos convulsos
Los Premios Princesa de Asturias reivindican la cultura frente a la guerra
La 42 edición de la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias celebrada este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo ha representado un clamor contra el conflicto bélico de Ucrania, personificado en Felipe VI, quien ha advertido que “la guerra jamás va a destruir la cultura”, como tampoco “la libertad y la dignidad de los seres humanos”.
La gala ha recuperado la plena normalidad tras la pandemia, por lo que el Campoamor ha visto ocupadas sus 1.300 butacas y han desaparecido las mascarillas.
“Ver el Campoamor lleno nos reconforta y nos anima”, se ha congratulado el monarca, a quien han acompañado la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Con la invasión rusa de Ucrania como telón de fondo, el rey ha aseverado que la guerra supone “un gran fracaso para la humanidad” y “amenaza el presente y el futuro” de la UE, por lo que ha considerado prioritario “no desfallecer y perseverar” en la consolidación del proyecto comunitario.
“Un proyecto de progreso, de libertad, de equidad, de respeto, de derechos humanos, de principios democráticos, que merece nuestra lealtad y todo nuestro compromiso en uno de los momentos más cruciales de su historia reciente”, ha incidido en su alegato europeísta.
En la cita de los premios más importantes que se conceden en España, el jefe del Estado ha condenado la destrucción de bibliotecas, colegios, música, museos, ciencia y arte en Ucrania.
“La cultura es, por tanto, víctima de la guerra”, a lo que ha añadido: “Pero la guerra jamás va a destruir la cultura, ni los valores que representa, como tampoco la libertad y la dignidad de los seres humanos, y que son la esencia de estos premios y de nuestra Fundación. Unos valores que también representa Europa”.
Ha sido la cuarta ocasión en la que Leonor de Borbón, que el próximo lunes cumple 17 años, ha entregado las esculturas de Miró a premiados por la Fundación Princesa de Asturias (FPA).
La heredera al trono ha centrado su intervención en elogiar lo que representan los premiados.
De cada uno de ellos, ha remarcado que le “importa” todo lo que han hecho en sus trayectorias porque “demuestran que el trabajo excelente, el esfuerzo constante y el sentido de la responsabilidad tienen grandes resultados (…)”.
“Me ayuda a entender mejor el mundo que nos rodea. Su labor me empuja, a todos en realidad, a seguir aprendiendo (…) Nuestros premiados nos hacen sentir que las cosas siempre pueden cambiar para bien”, ha confiado la princesa, en el discurso más largo desde su estreno en Oviedo.
También ha mandado un mensaje a los jóvenes, a los que ha animado a “mantener el entusiasmo”, a esforzarse de manera constante y a “aprender de los que saben”, a pesar de que la situación actual “no es fácil”.
Al palmarés de los premios, se han unido la cantaora Carmen Linares y la bailaora y coreógrafa María Pagés (Artes); el arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma (Ciencias Sociales); el periodista y escritor polaco Adam Michnik (Comunicación y Humanidades) y la británica Ellen MacArthur, impulsora de la economía circular y primera regatista en dar la vuelta al mundo en solitario más rápida (Cooperación Internacional).
También el dramaturgo Juan Mayorga (Letras), el arquitecto ‘del cartón’ japonés Shigeru Ban (Concordia) y los científicos expertos en inteligencia artificial Demis Hassabis, Yann Lecun, Yoshua Bengio y Geoffrey Hinton (Investigación Científica y Técnica) , si bien los dos últimos no han asistido al acto-.
Han completado el plantel la Fundación y el Equipo Olímpico de Refugiados (Deportes), representados por el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, la ciclista afgana Masomah Ali Zada y el boxeador venezolano Eldric Sella.
El perfil menos mediático de los galardonados se ha reflejado en detalles como que en ninguna ocasión el público se ha puesto en pie en su aplauso cuando la princesa de Asturias les ha entregado los diplomas.
La ovación de mayor intensidad se la ha llevado Michnik, quien ha alzado su mano con la “V” de victoria al ofrecer al público su distinción.
“La guerra es, en realidad, una guerra contra todo el mundo democrático”, ha denunciado quien combatió con la pluma el régimen comunista que hubo en su país.
Mayorga ha sido el primero en hablar, con un discurso sin papeles en el que ha reivindicado “los teatros como un lugar de respeto”.
Matos Moctezuma ha advertido de que la historia es "implacable en sus juicios" y no se puede "pretender manipularla, ni cometer el despropósito de tergiversarla", frente a quienes pretenden cuestionar los lazos históricos que unen a México y España.
Pagés y Linares no han tomado la palabra, pero sí el escenario, donde han roto el protocolo para protagonizar una pequeña actuación sobre la alfombra azul del teatro.
Entre las imágenes que ha dejado la gala, la reina sin tacones altos, después de que en las últimas semanas haya sido objeto de comentarios su lesión crónica en el pie.
Como es tradición, la reina Sofía ha seguido el acto desde un palco, mientras que la otra abuela de la princesa, Paloma Rocasolano, lo ha hecho desde el patio de butacas.
Después de cuatro años de mandato, Luis Fernández-Vega se ha despedido de la presidencia de la FPA, que asumirá en diciembre Ana Isabel Fernández Álvarez.