La familia de Sonia Meléndez Mitre, la hostelera cuyo cadáver apareció la semana pasada en extrañas circunstancias, tiene sospechas de quién puede estar detrás, pero no quiere dar más datos.
El caso, de momento está bajo secreto de sumario. La policía sigue tomando declaración a compañeros del entorno profesional. De momento, no se descarta ninguna hipótesis.
La familia de Sonia insiste en que no tenía deudas, pero que desde hacía tiempo no quería estar sola porque se sentía insegura. La mujer regentaba dos locales en Gijón: el Sinatra y el Ñanglú.
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