Excargos de Foro achacan a Cascos la idea de alquilar una oficina suya como sede en Madrid
Pedro Leal y Pelayo Roces niegan que Cascos tuviera "barra libre" en Foro Asturias
El exsenador de Foro Asturias Isidro Martínez Oblanca y el exdiputado Enrique Álvarez Sostres, dos de los impulsores del partido con el que Francisco Álvarez-Cascos accedió a la presidencia del Principado en 2011, han reconocido este jueves que la idea de alquilar una sede en Madrid fue tomada por el entonces líder de la formación regionalista, aunque sólo el primero ha asegurado que llegó a conocerla.
Se trata de unas oficinas situadas en el paseo de la Castellana que había comprado Álvarez Cascos y que posteriormente se vincularon a una empresa administrada por su tercera exmujer, María Porto por las que Foro desembolsó más de 173.000 euros entre octubre de 2012 y finales de 2014 en concepto de alquiler.
La existencia o no de esa sede es uno de los ejes centrales del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Oviedo contra el expresidente del Principado, exlíder de Foro y exsecretario general del PP, Francisco Álvarez-Cascos, que se enfrenta a tres años y medio de prisión por un presunto delito continuado de apropiación indebida de fondos del partido.
Para la actual presidenta de Foro y alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, esa sede en Madrid nunca existió -no hay ni una foto ni tenía un teléfono al que llamar- mientras que el exlíder del partido regionalista mantiene que era real, que estaba en un edificio de prestigio, que era necesaria para crear estructura de partido en la capital y que era usada por él y por el senador.
Versiones enfrentadas
Enrique Álvarez Sostres, diputado en Cortes entre 2011 y 2015, periodo en el que Isidro Martínez Oblanca también obtuvo representación en el Senado, ha asegurado al declarar ante el tribunal que no había ninguna estructura de partido en Madrid, donde había unos cien afiliados, y que nunca pisó esas oficinas ni se utilizaron como sede "porque no tenía políticamente ningún sentido".
Sostres ha afirmado que sólo tuvo conocimiento de esos locales a raíz de que Cascos le convocase a su domicilio en Madrid el 13 de marzo de 2013 y le comentase que tenía pensado alquilar unas oficinas suyas a Foro porque "estaba pasando momentos económicos familiares complicados".
"No me sonó bien esa música, pero tampoco fui muy renuente", ha declarado antes de asegurar que no volvió a saber más de ese asunto hasta que la presidenta actual de Foro, Carmen Moriyón, le preguntó en 2019 si sabía algo de una supuesta sede en Madrid que se había alquilado en octubre de 2012, algo que le dejó "muy impactado" porque significaba que cuando se reunió con Cascos los locales llevaban alquilados ya seis meses.
"En el partido mandaba netamente Cascos porque era un partido presidencialista" ha declarado el exdiputado que también ha negado que antes de la constitución de Foro se hubiese llegado a acuerdo alguno con Álvarez-Cascos para que pudiese mantener su nivel de ingresos.
El despacho de Martínez Oblanca
Una visión distinta ha trasladado Martínez Oblanca, que ha asegurado que Cascos se dedicaba exclusivamente a la acción política y que era ajeno a "cuestiones más mundanas" como las cuestiones económicas del partido.
Según el exsenador, él si participó en una reunión una sidrería de Gijón en la que Cascos puso como condicionantes para volver a la política activa que pudiese mantener su núcleo familiar en Madrid, seguir prestando estrechamente atención a sus hijos pequeños y no ver menguado su poder adquisitivo.
En cuando a la sede de Madrid, ha señalado que respaldó la propuesta de Cascos de abrirla -"la principal razón, que hay 40.000 asturianos que viven ahí-, aunque ha reconocido que no tuvo conocimiento de que podía disponer de un despacho en el edificio de la Castellana hasta la primavera de 2013, más de medio año después de que Foro ya hubiese alquilado el local.
A partir de entonces, llegó a hacer su despacho en unas quince ocasiones y a mantener tres reuniones, ha declarado el ex senador, que ha aclarado que él nunca tuvo conocimiento del contrato suscrito con la empresa de María Porto ni lo negoció.
Martínez Oblanca ha asegurado que "entiende" que Moriyón desconociera que existía una sede en Madrid, porque no estaba implicada desde el principio "en la vida cotidiana" de la formación forista.
El exsenador también ha recalcado que resulta "inverosímil" que la dirección del partido "no conociese" que Foro Asturias tuviese en la capital "un despacho en el que trabajar".
María Porto, figura de administradora
Por viedoconferencia, también ha declarado desde Madrid la galerista María Porto, tercera exmujer de Francisco Álvarez-Cascos, que ha reconocido que las oficinas objeto de polémica estaban vinculadas a una empresa de su propiedad a la que su marido, al decidir volver de nuevo a la política, transfirió sus acciones "sin coste alguno, porque había una hipoteca".
"Figuro como administradora de esa empresa, pero no me encargaba de ninguna gestión de contratos", ha señalado Porto antes de aclarar que ella sólo firmaba las cuentas anuales y que no conocía detalles porque "ese no era su negocio" y había una persona de confianza de su marido que se encarga de gestionar los alquileres.
La exmujer de Cascos, que también tenía alquiladas oficinas en el mismo edificio, ha afirmado que, aunque no había logotipos en las puertas, sabía que Foro "tenía un despacho" porque ella iba todos los días allí a trabajar y por el pasillo se encontraba a gente del partido de Madrid y de Asturias, incluido Sostres.
Porto ha dicho también tener constancia de que Álvarez-Cascos, mantuvo varias reuniones con el entonces presidente de la Xunta de Galicia, Núñez Feijóo, en Santiago de Compostela y A Coruña, al ser preguntada por algunos gastos de comidas y hoteles que su marido había pasado a Foro durante un puente de la Constitución.
Pedro Leal y Pelayo Roces niegan que Cascos tuviera "barra libre" en Foro Asturias
Los exdiputados de Foro Asturias Pedro Leal y Pelayo Roces han negado este jueves que el exlíder de la formación, Francisco Álvarez-Cascos, tuviera "barra libre" en materia de gastos en el partido y han coincidido en destacar la "transparencia" que existía en la organización política en relación a cuestiones económicas.
Así lo han explicado en la tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Oviedo contra el expresidente del Principado y exsecretario general del PP, que se enfrenta a tres años y medio de prisión por un presunto delito continuado de apropiación indebida de fondos del partido.
Leal, uno de los promotores de la formación que ha declarado como testigo en la vista oral, ha asegurado que conocía las condiciones económicas que se fijaron para que Álvarez-Cascos liderase el proyecto político en Asturias y que tenían como propósito que este siguiese con "el mismo nivel de ingresos".
"Era algo que nosotros aceptamos y era por todos sabido, sobre todo por los fundadores", ha comentado al respecto tras sostener que en el partido "no se ocultaba nada" en torno a las cuentas económicas.
El exparlamentario ha explicado que los gastos para "ir a ver a sus hijos" formaban parte de ese acuerdo y eso "se sabía, por lo menos la dirección lo sabía". "No había trampa, todo era transparente".
Tras sostener que tanto Álvarez-Cascos como el resto de miembros tenían el mismo sistema de control de gastos, ha admitido que conocía la existencia de una sede en el Paseo de La Castellana de Madrid.
"No hubo ninguna ocultación y lo sabíamos todos. Yo llamaba a esa sede", ha recalcado Leal.
Todo era "transparente"
Por su parte, el exdiputado de Foro Asturias Pelayo Roces, promotor y uno de los fundadores del partido, ha explicado que fue uno de los convenció a Álvarez-Cascos para que liderase la organización en el Principado y que puso como "condición, simplemente, mantener el nivel retributivo que tenía en los tres ejercicios anteriores", que rondaban los "100.000 euros".
"Cuando aceptó, nos hizo un gran favor, porque sino no había recorrido de ningún tipo, se involucró totalmente", ha dicho Roces sobre la importancia de que diese el visto bueno a su participación en el proyecto.
El exdiputado ha negado que Álvarez-Cascos tuviera "barra libre" y ha asegurado que el exvicepresidente del Gobierno, que "nunca tuvo vacaciones", y el resto de miembros pasaban los tiques de gastos que "se supervisaban y en tanto en cuanto no se veía una cosa rara, de mariscadas o de cocaína," se consideran "gastos normales de alguien que dedica su vida a la política".
Roces ha explicado que él "de alguna manera supervisaba lo de que alguna forma" le pasaban "administrativamente o contablemente" y se preocupaba "sobre todo que el tema no se desmadrase, que nunca se desmadró".
"No se colaba nada de rondón. Era algo muy transparente y muy claro. No había cajones cerrados con llave ni nada en absoluto", ha insistido.
Respecto a la sede de Madrid, ha negado que fuese una sede "fantasma": "El que más estaba allí era Martínez Oblanca".
En la sesión también ha declarado como testigo el exviceconsejero de Educación y candidato de Foro a las elecciones europeas de 2014, Argimiro Rodríguez, quien ha dicho que no supo de la existencia de la sede en la capital.
Otra de las testigos que ha declarado en la vista ha sido María Jesús Alonso, una de las fundadoras de Foro Asturias, quien tampoco supo la existencia de ese despacho "hasta 2019".
En su declaración, también ha asegurado que Álvarez-Cascos "tenía un control sobre todos los ámbitos del partido".
El juicio se reanudará el próximo lunes, a las 09:00 horas, con las declaraciones de más testigos, y concluirá el día 31.