Asturias acometerá con urgencia la restauración de las zonas afectadas por los incendios
Aportará fondos extras para repoblar y ayudar a los afectados
El Gobierno asturiano acometerá con urgencia la restauración de las zonas más frágiles que se hayan visto afectadas por la última oleada de incendios, aportará fondos extraordinarios para ayudas a los afectados y adelantará actuaciones previstas en el Plan del Suroccidente, comarca para la que plantea también hacer un plan específico que frene grandes fuegos.
Según la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, el Principado pedirá apoyo al Estado y la Unión Europea para acometer la restauración de los montes públicos quemados empezando por las zonas que presenten mayor riesgo de erosión para evitar la pérdida de suelo fértil, "actuaciones que son muy costosas".
Álvarez ha hecho este anuncio tras la reunión que ha mantenido junto al consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, con los alcaldes del suroccidente asturiano, la comarca más afectada por la oleada de incendios que arrasó cientos de hectáreas en los últimos días.
Las tareas de restauración deben acometerse "con toda urgencia" ha afirmado la consejera, tras incidir en que han sido "millones de árboles" los que se han visto afectados por los últimos incendios que, además, han destruido infraestructuras ganaderas, como mangas y cierres.
La titular de Desarrollo Rural se ha comprometido a reponer esas infraestructuras en los montes de utilidad pública y a facilitar ayudas a los particulares, a los que también darán subvenciones del cien por cien para la repoblación de los montes quemados.
Por el momento, la Consejería está recibiendo la valoración de daños de los particulares, si bien Álvarez se ha comprometido a actuar con urgencia a la hora de tratar de paliar las pérdidas de los particulares y ha adelantado la posibilidad de aportar fondos excepcionales para ayudar a los que no estén asegurados.
El consejero de Presidencia, por su parte, ha adelantado que el viernes ya pidió al Ministerio de Interior que flexibilicen los criterios para poder optar a las ayudas permanentes en materia de protección civil, que son las equivalentes a las que anteriormente iban asociadas a la declaración de zona catastrófica.
Junto con Galicia y Castilla y León han solicitado también al Ejecutivo central que plantee a la UE que reduzca las exigencias necesarias para acceder a los denominados fondos de solidaridad europeos para que puedan beneficiarse las zonas afectadas por la última oleada de incendios.
En el ámbito autonómico, el portavoz del Gobierno ha asegurado que se va a hacer un "esfuerzo importante" para adelantar las obras del Plan del Suroccidente, en el que se incluyen inversiones por 9,2 millones en prevención y extinción de incendios entre 2015 y 2025.
Martínez ha reconocido que aún es pronto para saber cuántas hectáreas se han visto afectadas por el fuego o cuántos incendios fueron intencionados, pero ha señalado que hay que tener en cuenta que de los 27 incendios investigados en esta comarca en 2016, 24 fueron intencionados, lo que supone el 89% del total.
"Es pronto para saber, pero no parece que haya habido causas naturales. la estadística de 2016 es elocuente y ésa sí que es una certeza", ha señalado el consejero, que ha adelantado que el Ejecutivo, ante la recurrencia e importancia de los incendios en esta comarca, va a plantear la posibilidad de realizar un programa específico para el suroccidente "que incluya sensibilización, participación ciudadana e intervención".
Martínez ha explicado que la comarca suroccidental ha sufrido en los últimos 30 años el 40 por ciento de todos los grandes incendios -aquellos que afectan a más de 500 hectáreas- que se han registrado en Asturias.
Una vez esté hecha esa valoración se articularán ayudas sociales para quienes precisen del apoyo público, ha precisado el consejero.
La última oleada, que obligó a activar por cuarta vez este año el plan autonómico de incendios durante cinco días, se saldó con 95 incendios (46 conatos)y sin daños personales, salvo un herido leve al intentar sofocar un fuego en sus propiedades.
Dos de los incendios, los de Ibias y Degaña que amenazaron la Reserva de Muniellos, superaron las 500 hectáreas de terreno afectado y las llamas causaron daños en cuatro inmuebles en desuso.