La investigación policial ratifica la trata de seres humanos por parte del clan de los Sandulache
Una veintena de policías han declarado en la vista
La investigación policial que derivó en la desarticulación del clan de los hermanos Sandulache, que afrontan penas de hasta 128 años de cárcel, determinó que cumplían "más de 20 indicadores" del protocolo de actuación en la trata de seres humanos, según ha declarado hoy el instructor de la causa en la Audiencia Provincial durante la cuarta sesión del juicio.
El instructor ha enumerado entre los indicios que se ajustan al protocolo la existencia de una pluralidad de personas en la organización, su alto poder adquisitivo, el reparto de tareas, las órdenes "claras y concisas" de Cristian Sandulache, como supuesto cabecilla, y la fiscalización de los servicios sexuales.
Una veintena de policías han declarado en la vista, en sala los miembros del Grupo de Extranjería de Asturias y por videoconferencia los integrantes de la Brigada Central de Trata de Seres Humanos de Madrid, que hicieron seguimientos y vigilancias a los miembros del clan, entre febrero de 2012 y mayo de 2013, cuando se produjeron las detenciones.
Los testigos han explicado que la investigación se inició a raíz de una denuncia anónima a través de la página web de la Policía donde se especificaba que una joven rumana era "explotada" en el club Delphos, en Asturias.
A través de vigilancias, seguimientos y escuchas telefónicas se pudo determinar que las chicas eran trasladadas desde domicilios situados en las calles Rabanal, Amsterdam y La Habana, en Oviedo, a los clubes Model's y Delphos para ejercer la prostitución.
Las chicas eran conducidas, en grupos de cuatro en cuatro, unas veces en furgoneta conducida por uno de los acusados y otras veces en taxi, desde los domicilios a los clubes a las 17:00 y regresaban a las viviendas entre las 4:00 y las 5:00 de la madrugada.
Los policías han negado con rotundidad haber coaccionado a las mujeres a declarar en contra de los hermanos Sandulache y han resaltado que, en estas vigilancias, les llamó la atención "la poca afectividad" entre las chicas y los miembros de la organización con los que supuestamente tenían una relación sentimental.
La Brigada Central de Trata de Seres Humanos realizó las transcripciones de las escuchas con las conversaciones en rumano entre los acusados, entre ellas algunas en las que las dos mujeres acusadas sostienen que fueron amenazadas.
A lo largo de su declaración, los policías han mantenido que las mujeres que denunciaron las amenazas estaban en estado "de nerviosismo" por haber sido agredidas y temían las represalias de los hermanos.
Agentes de Seguridad Ciudadana que identificaron a Cristian y Sebastian Sandulache en Oviedo han asegurado que les infundieron sospechas porque su perfil "coincidía" con el de las personas rumanas que hurtan en tiendas y perfumerías y al ser identificados les incautaron 2.700 y 1.370 euros, respectivamente, que alegaron que les enviaba su madre desde Rumanía, cantidades que ellos iban a gastar "en prostíbulos".
El juicio continuará mañana, a las 10:30 en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo con nuevas testificales de los responsables de los clubes de alterne.