Las plantas españolas de Vesuvius son más productivas y eficientes que las de Europa del Este
Los trabajadores refutan en un informe los argumentos de la compañía para la deslocalización
Las plantas de Vesuvius en Langreo / Llangréu y Miranda de Ebro son más productivas y eficientes que las fábricas turcas o de Europa del Este, donde la compañía pretende deslocalizar la actividad. Estos son algunos de los argumentos que se detallan en el plan de reorganización industrial elaborado por los trabajadores y que está en manos de la multinacional.
El informe elaborado por los empleados trata de desmontar los motivos organizativos que Vesuvius les planteó para trasladar la producción fuera. El primero es que el 90% de los clientes, radicados en Francia, Italia y Portugal, no están más cerca de las plantas de Europa del Este.
Otro argumento a favor de la planta de Riañu es que los clientes valoran la fiabilidad de la fabricación asturiana. La planta de Langreo es la que menos quejas recibe del grupo en Europa y la de menor número de piezas rechazadas por los propios controles internos de Vesuvius.
A la calidad se suma la eficiencia, que roza el 100%. Los trabajadores, basándose en los parámetros presentados por la propia compañía, destacan en su informe que un operario es entre un 15 y un 40% más productivo en Asturias que en Turquía, Polonia o la República Checa; lugares donde el absentismo laboral llega a triplicar los registrados en Langreo y Miranda.
El informe recuerda además las medidas de flexibilidad que se introdujeron en el último convenio y que les permite, desde el punto de vista empresarial, ser más competitivos.
Los trabajadores lamentan que la empresa haya obviado estos datos y solo haya tenido en cuenta uno: que un operario en Turquía, Polonia o Chequia es un 50% más barato que en España, aunque recuerdan que en aquellas fábricas necesitan plantillas cuatro veces más grandes para producir la misma cantidad que en España.
Por estas razones, la propuesta de los trabajadores es invertir en la automatización de los procesos y aplicar las mejoras tecnológicas que se han diseñado en Asturias para todo el grupo, en vez de deslocalizarlas junto a la producción. Aseguran que esa inversión saldría más barata que las indemnizaciones por despido.
Desde los sindicatos defienden que España es un entorno más favorable tanto geopolíticamente, como en investigación, como en respeto a los derechos laborales. Es un mensaje lanzado a una compañía que quiere distinguirse, al menos en teoría, por su responsablidad social.