Taramundi, un concejo afectado por la despoblación rural

Ni el auge del turismo pone freno a la situación

Hay que remontarse varios miles de años antes de Cristo para referirnos a la existencia de vida en Taramundi, según atestiguan restos tumulares en montes y sierras del concejo.

Más modernos son otros restos, ya romanos, que servían de asentamientos para explotar un recurso abundante en la zona, el oro.

Las primeras leyes del concejo se elaboran en 1584. Llegaba la independencia del concejo y para celebrarlo se plantó un roble en el centro de la capital del municipio.

Hoy, ese árbol ha sido sustituido por un escultura elaborada con la madera del original. El siglo XVIII viene marcado por la industria de hierro. Se abren varios mazos y fraguas, había mucha riqueza natural para ello.

En 1877 había empadronados en Taramundi 3.700 habitantes, hoy hay poco más de 600. Una tendencia negativa similar a concejos limítrofes.

La emigración tuvo mucho que ver en ello. Las aldeas del concejo se fueron quedando despobladas, la capital del concejo, en cambio, se fue llenando de casas.

En los últimos 10 años Taramundi perdió 100 habitantes. Ni el auge del turismo rural ayudó a poner freno a esta situación. No evitó que la gente hiciese las maletas y se fuese a otros puntos de la región.

A pesar de ello, la unida vecinal fue siempre muy fuerte y es que, el espíritu de sus vecinos, precisamente, es de fiesta. Un carácter acogedor que ha convertido al concejo, desde hace años, en un referente de hospitalidad.