Fuente: RTPA, 18 de marzo. 2020 16:53

La estación de esquí de Ischgl, uno de los focos de infección

La estación de esquí de Ischgl, uno de los focos de infección

Los turistas extranjeros podrán abandonar Austria para volver a sus países de origen

Austria ordenó este viernes el cierre de todos los comercios a partir del lunes próximo, salvo supermercados, farmacias, gasolineras y bancos, además de suspender conexiones de vuelo con España, Francia y Suiza.

De esta forma, el Gobierno austríaco espera frenar el aumento exponencial de los contagios de coronavirus, según dijo en una rueda de prensa el canciller federal del país, el conservador Sebastian Kurz.

Para combatir algunos focos de contagio, las autoridades van a poner bajo cuarentena durante dos semanas a dos zonas en el Tirol austríaco, donde todos los hoteles han sido clausurados hoy.

Las localidades más conocidas afectadas por esta clausura son las estaciones de esquí de Ischgl y Sankt Anton.

Los turistas extranjeros que se encuentren en estos lugares, sobre todo estaciones de esquí, podrán abandonar Austria para volver a sus países de origen.

Cientos de esquiadores de todo el mundo que se daban cita en la estación austriaca para disfrutar de la nieve y de su fiesta, han contraído allí la infección y han llevado el virus a media Europa.

El 29 de febrero, Islandia detectó positivos en un grupo de 14 islandeses que llegaba procedente de Ischgl. Tras pedir explicaciones a la pequeña localidad del Tirol, el 9 de marzo, apareció allí el primer positivo: un camarero del Kitzloch, uno de los bares de la estación, además de otras tres personas en las cercanías. Dos días después se anunció el cierre de toda la estación durante dos semanas.

A la vez que aparecieron casi 900 positivos en Dinamarca, Noruega y Suecia. Todos ellos, esquiadores que habían viajado personalmente a Ischgl.  Hoy, estos tres países escandinavos suman casi 3.750 positivos por coronavirus.

Quince días pasaron entre la aparición del primer positivo y el cierre del negocio por parte de las autoridades austriacas. Tiempo suficiente para que se haya generado debate sobre porqué no se tomó antes una decisión sobre el cierre de este gran negocio, en esta pequeña localidad de 1.500 habitantes que cuenta con más de 10.000 camas para los visitantes.