Última sesión de control en el Congreso
Los políticos se reprochan su incapacidad para formar Gobierno
Los candidatos han aprovechado el último día del Congreso de la legislatura para comenzar a desgranar sus estrategias electorales, que para Pedro Sánchez consistirá en acusar a PP, Cs y Unidas Podemos del bloqueo político y para la oposición, en responsabilizarle de la celebración de las cuartas elecciones en cuatro años.
El rey comunicó ayer a última hora de la tarde que no propondría a ningún candidato a la investidura como presidente del Gobierno y, aunque queda menos de una semana para el final de esta XIII Legislatura y aún existe una mínima opción temporal de que surja un candidato, es unánime la certeza de que las Cortes Generales quedarán disueltas.
Oficialmente, eso ocurrirá el próximo martes, día 24, cuando se publique el real decreto que convoca las elecciones del 10 de noviembre.
Así que este miércoles, en el Congreso, con motivo de la sesión de control al Gobierno, la última de la legislatura, los candidatos y líderes políticos han mostrado cuáles serán sus mensajes de precampaña y campaña.
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha expresado su confianza en que el 10N los ciudadanos apuesten por el PSOE de forma "rotunda" para impedir que sus adversarios en las urnas, el PP, Cs y Unidas Podemos, bloqueen la formación de Gobierno.
Además, ha lanzado críticas a cada uno de los líderes de esos tres partidos. A Pablo Casado le ha afeado su "falta de sentido de Estado"; a Albert Rivera, su "irresponsabilidad"; y a Pablo Iglesias, su "dogmatismo".
El presidente de los populares, por su parte, ha reprochado a Sánchez que sólo haya podido ofrecer durante estos cinco últimos meses la "incapacidad más fatua", la "inacción más solemne" y "la nada cosiforme", y todo, según sus palabras, porque el dirigente socialista ha querido elecciones desde el primer momento.
"Para este viaje no hacían falta alforjas", le ha dicho Casado antes de reprobarle su "soberbia".
El presidente en funciones, con tono de similar dureza, ha recordado que el PSOE llegó al Gobierno tras la moción de censura y siete años de gobiernos del PP caracterizados por "recortes e injusticia social", así como por tener a sus dirigentes "paseando por el Supremo" por distintos casos de corrupción.
En la sesión de control de este miércoles no ha habido intervenciones de Albert Rivera ni de Pablo Iglesias, quien, por cierto, ha llegado tarde al hemiciclo debido a un "atasco".
Pero Rivera ha convocado a los medios de comunicación casi al final del pleno para, además de arremeter contra Sánchez, comprometerse a formar Ejecutivo en un mes tras el 10N, siempre y cuando le dé la suma con el PP.
Iglesias no ha hablado; en su lugar lo ha hecho la portavoz adjunta del grupo confederal, Ione Belarra, durante el cara a cara que ha protagonizado con la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo.
La figura del líder de Unidas Podemos, pese a su ausencia en ese momento de la sesión, ha estado presente en el cruce dialéctico de ambas. Calvo ha personificado en él la culpa del bloqueo al afirmar: "Ustedes han tenido un problema todo el tiempo: o su líder estaba dentro del Gobierno o se rompía la baraja".
Belarra se ha hecho eco del malestar que percibe en la calle, ya que ha comentado que "la gente está entre estupefacta y muy enfadada" al no ver que un Gobierno de izquierdas asume las riendas del país, y de ello ha culpado a Sánchez.
El supuesto malestar de la gente ha sobrevolado por el Congreso a tenor de las manifestaciones de varios diputados, como el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, posiblemente el más gráfico de la jornada: "La gente está hasta los bemoles", han sido sus palabras.
El diputado independentista ha formulado una pregunta sobre la situación de Cataluña, pero el intercambio de reproches ha versado sobre las próximas elecciones generales y la imposibilidad de haber cuajado un nuevo Gobierno, "una oportunidad histórica", ha dicho, de la que ha responsabilizado a Sánchez.
Los cálculos electorales han sido otra sombra que ha planeado por el Congreso, como ha señalado la portavoz del grupo popular, Cayetana Álvarez de Toledo, para quien el PSOE, el 10 de noviembre, no tendrá los resultados que prevé y desea. "Les va a ir muchísimo peor que lo que sus 'redondos' -en alusión al jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo- le susurran", ha pronunciado.
Al activarse el tono de campaña electoral, queda diluido el tono parlamentario, ya que el Congreso echa el cierre este miércoles. La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, se ha despedido entre agradecimientos, pero también con un mensaje: "La democracia es más sabia, más constante y más fuerte que las personas".
Se avecina la XIV Legislatura y quizá vuelva a plantearse la reforma del artículo 99 de la Constitución, que es el que regula las investiduras.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha reconocido que el mecanismo vigente "está dificultando" la composición de gobiernos en contextos multipartidistas como los actuales.
Por su parte, los diputados asturianos no creen que la repetición electoral sea una buena noticia, pero llaman a la participación electoral. El PSOE asegura que la fatla de gobierno perjudica especialmente a Asturias.
Desde la derecha se ve la nueva cita electoral como una posibilidad de echar a Pedro Sánchez de Moncloa. El PP mantiene su invitación a una alianza electoral con Ciudadanos y Vox.