Gaseosas Muralla, un referente en Vegadeo

Jesús Soto recupera la fábrica como homenaje a sus antepasados

Gaseosas Muralla, la última fábrica de gaseosas en cerrar en Vegadeo luce hoy en día con una imagen envidiable. El abuelo de Jesús Soto la abrió en 1908 y de ella salían cientos de botellas llenas de un líquido burbujeante que hoy ha perdido mucho fuelle, pero que todavía se resiste a morir.

Entre botellas de colores y máquinas muy especiales, Jesús se crió en contacto con un oficio que heredaría años más tarde su madre y que también sería el sustento económico de Jesús tiempo después.

Jesús mantuvo la esencia de la gaseosa durante muchos años. Compatibilizó esta responsabilidad con su trabajo de profesor de tecnología. De hecho, empleaba muchos de estos ingenios en el día a día de la docencia.

En los años 80 la tuvo que cerrar ya que cada vez era más difícil compatibilizar ambos negocios, pero hace un tiempo decidió recuperar la instalación y convertirla en un homenaje a sus antepasados y al oficio de los creadores de gaseosa.

Hoy se pueden encontrar botellas de varios siglos, piezas únicas que conserva de los inicios de la fábrica, pero otras que ha comprado en el extranjero para enriquecer un lugar que para él es mágico.

Suso todavía se emociona cuando habla de su fábrica. Se emociona cuando se encuentra con una de esas gaseosas de toda la vida. Más que un negocio, Gaseosas Muralla ha sido en Vegadeo todo un referente.