Karen Armstrong, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales
Una referencia en el estudio comparativo del islamismo, el judaísmo y el cristianismo
La pensadora e investigadora británica Karen Armstrong, considerada una referencia internacional en el estudio comparativo del islamismo, el judaísmo y el cristianismo, ha sido galardonada hoy en Oviedo con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2017 por su rigor científico y tender puentes en el entendimiento entre religiones.
Arsmtrong, que colgó los hábitos en 1969 después de siete años como monja católica, es considerada como la máxima autoridad en el estudio científico de las religiones abrahámicas, según ha resaltado la filósofa Amelia Valcárcel, su principal valedora en el debate del jurado.
El acta del jurado destaca "la profundidad de sus análisis históricos" y "su inmensa labor bibliográfica e investigadora, así como por su compromiso activo con la difusión de un mensaje ético de compasión, paz y solidaridad".
Al otorgar este premio, el jurado quiere destacar "la relevancia del estudio de las religiones para comprender la sociedad y el mundo contemporáneos".
Tras ser conocedora del galardón, la pensadora británica ha advertido de que en la actualidad se viven "tiempos peligrosos" ante la existencia de "guetos nacionalistas, religiosos y culturales".
"Necesitamos urgentemente examinar las ideas y los principios recibidos, mirar dentro de las noticias hacia las complejas realidades que están desgarrando nuestro mundo, dándonos cuenta, a un nivel profundo, de que compartimos el planeta no con nuestros inferiores sino con nuestros iguales", ha reflexionado la pensadora británica.
Nacida el 14 de noviembre de 1944 en Wildmoor (Worcestershire), Reino Unido, Armstrong es autora de varios libros, en el primero de los cuáles, "Through the Narrow Gate" -A través de la puerta estrecha- describía su vida como religiosa, que abandonó para estudiar y profundizar en las creencias monoteístas desde fuera de los dogmas.
Se alejó de la fe católica, pero tampoco se define como agnóstica; para ella su religión es el estudio de las religiones.
Valcárcel cree que el trabajo de Armstrong, desarrollado durante tres décadas con más de veinte títulos, como Una historia de Dios, (1993) y Una historia de Jerusalén, una ciudad y tres religiones (1996), es "especialmente relevante para entender las tensiones y el tipo de escenario presente".
Además, ha subrayado su "compromiso práctico en varios grupos que intentan que se abra un diálogo interreligioso como manera de deflactar la posible violencia que algunas religiones implican".
Varios miembros del jurado han resaltado la idoneidad de entregar este galardón a esta rigurosa científica respetada por los líderes de todas las religiones y comprometida en la búsqueda del diálogo, en una época en la que se necesitan puentes de entendimiento entre las diferentes creencias.
El galardón de Ciencias Sociales recayó el pasado año en la historiadora británica Mary Beard, catedrática de Clásicas en el Newhham College de la Universidad de Cambridge y responsable de varias series para la BBC sobre el mundo clásico.
En ediciones anteriores lo han recibido, entre otros, la economista francesa Esther Duflo, el hispanista francés Joseph Pérez, la socióloga holandesa Saskia Sassen, la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, el psicólogo estadounidense y profesor de la Universidad de Harvard Howard Gardner o el equipo arqueológico de los Guerreros y Caballos de Terracota del Mausoleo de Qin Shihuang (China).
Este ha sido el quinto de los ocho galardones que se conceden en los XXXVII Premios Princesa de Asturias tras los otorgados en las Artes al artista sudafricano William Kentridge, el de Comunicación y Humanidades al grupo musical y humorístico Les Luthiers, el de Cooperación Internacional a la Hispanic Society of America y el de los Deportes a la selección de rugby de Nueva Zelanda.
El acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se celebrará, como es tradicional, en octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo, en una solemne ceremonia presidida por los reyes.
Cada Premio Princesa de Asturias está dotado con la reproducción de una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia.