Khan: "Creo que la tecnología puede utilizarse para hacer nuestras vidas más humanas"
El matemático e ingeniero ha recibido el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional
El mundo más humano y más humanitario de los mundos será aquel en el que cada niño pueda tener acceso a una educación de calidad y gratuita, según el fundador de la Khan Adacemy, el matemático e ingeniero Salman Khan, que ha recibido este viernes en Oviedo / Uviéu el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional.
A ello contribuirá la tecnología que, en su opinión, no tiene por qué ser una fuerza que contribuya a deshumanizar la sociedad sino un factor que haga más humana nuestra existencia, que contribuya a que los niños aprendan a su propio ritmo y que ayude a los profesores a conseguir esa meta.
Esa es la visión que mantiene el fundador de la Khan Ademy, una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo proporcionar una educación de calidad y gratuita de la que se benefician cada año unos 100 millones de estudiantes al año en todo el mundo.
Khan (Nueva Orleans, 1979) ha sido uno de los galardonados con los Premios Princesa de Asturias 2019 que este viernes han intervenido en la ceremonia de entrega de los galardones que ha tenido lugar en el teatro Campoamor de Oviedo bajo la presidencia de los reyes Felipe y Letizia y la presencia de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
La academia virtual que fundó hace 11 años y que en la actualidad es utilizada en sus aulas por 250.000 profesores de todo el mundo fue galardonada con el Premio de Cooperación Internacional por su contribución a la universalización de la educación de calidad.
En presencia de los reyes y de sus dos hijas, este licenciado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, considerado como uno de los hombres más influyentes del mundo, ha advertido de que las necesidades educativas en el planeta siguen siendo muy grandes y que aun queda mucho por recorrer y por hacer a esta academia.
Para ilustrar el alcance que el proyecto que promueve está teniendo, ha recordado el caso de Sultana, una estudiante afgana brillante a la que hace siete años, cuando contaba con la edad de 12 años, los talibanes prohibieron ir a la escuela y obligaron a quedarse en casa cocinando y limpiando durante más de diez horas diarias.
Gracias a que consiguió un portátil con conexión a internet , "su salvavidas para elmundo", y a que descubrió la khan Adademy, pasó cada momento que estaba despierta y que no se dedicaba a las tareas del hogar a navegar y a aprender más que sus compañeros en las escuelas controladas por los talibanes.
Cuando cumplió 17 años, según ha relatado, esta chica decidió que quería convertirse en física y estudiar en Estados Unidos, algo que finalmente consiguió tras conseguir hace un examen de acceso desde Pakistan y de hacerse pública su historia en el New York Times, un relato que le abrió la posibilidad de obtener asilo político para poder estudiar, como hace actualmente, informática cuántica.
"¿Cuántas sultanas puede haber en el mundo?", se ha preguntado, el fundador de la academia que considera que casos como éste puede haber en cualquier parte, incluidos los alrededores del teatro Campoamor.
Para Khan, esta asombrosa historia debe llevar a pensar en los millones de persones que aún no han encontrado su salvavidas, en que se puede llegar a una niña de los suburbios de Bombay o a "un niño de Oviedo que sueña con ser alguien en el futuro".