Multitudinaria y emotiva despedida al bombero Eloy Palacio
Más de 150 bomberos de España le rinden homenaje en Asturias
El funeral por el bombero fallecido en el incendio que devastó un edificio histórico en Oviedo se ha oficiado hoy en la iglesia de La Pola Siero, hasta la que llegó el féretro con el cuerpo de Eloy Palacio acompañado por una comitiva de cientos de personas para despedirle como un héroe.
Más de 150 bomberos integrantes de distintos cuerpos de este servicio procedentes de varias comunidades autónomas, además de los asturianos, haciendo sonar las sirenas han iniciado al mediodía en Oviedo una marcha colectiva en señal de homenaje a su compañero, que culminaron en La Pola Siero, primero en el tanatorio y más tarde acompañando la comitiva fúnebre hasta la iglesia.
La viuda y los hijos de Eloy Palacio, uno de los cuales portaba en su mano el casco de su padre, así como el resto de familiares han estado acompañados en la ceremonia religiosa por una amplia representación de autoridades políticas.
El consejero de Presidencia del Ejecutivo regional, Guillermo Martínez; el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, y los alcaldes de Oviedo y Siero, Wenceslao López y Ángel Antonio García, respectivamente, han ocupado los primeros bancos de la iglesia polesa de San Pedro, abarrotada de personas.
Entre los asistentes también se encontraba el otro compañero de Eloy Palacio que resultó herido cuando trabajaba con el fallecido en las tareas de extinción del incendio declarado el pasado jueves en el inmueble número 58 de la céntrica calle Uría, en el momento en el que el derrumbe de parte de la estructura atrapó a ambos.
Durante la homilía se ha recordado el carácter solidario de la figura de Eloy Palacio, que se encontraba de descanso en la jornada en la que se produjo el fuego y se sumó al operativo ante la magnitud que alcanzaba del incendió.
En el momento de la salida del templo una ovación de varios minutos ha despedido al bombero fallecido, ante cuyo féretro se repetían las muestras de consternación por parte de las cientos de personas reunidas en las proximidades de la iglesia.