'Pepe el de Tuenes' pasó 33 años trabajando en la mina

El vecino de Bimenes lamenta el fin del carbón en Asturias

Si a José Montes le dicen en su juventud que llegaría a viejo, lo hubiera tomado a broma. Porque este incombustible yerbato no lo ha tenido precisamente fácil en su dilatada vida. Entró en la mina siendo apenas un niño y pasó 33 años desempeñando diferentes labores bajo tierra.

Hoy descansa, tranquilamente, en su casa de Melendreros, pero a punto de cumplir los 90 años aún mantiene frescos, guardados en la memoria, sus inicios en la mina.

Como picador ejerció en Mosquitera y L'Entregu / El Entrego, donde se jubiló. Pero todo comenzó en la pequeña mina sierense de Les Llamargues, a la que acudía caminando los más de 15 kilómetros que separan su pueblo natal, Tuenes, de Valdesoto. Partía tan temprano que aún era de noche.

En plena posguerra, Montes vivió una época donde la seguridad en la mina se reducía, poco menos, que a mantenerse alerta y cruzar los dedos.

Junto a su mujer Milagros criaron tres hijas y un sobrino con el entonces escaso jornal de minero, combinado con las horas extra en la huerta y el cuidado de los animales. Una vida dura y sin horarios marcada por el esfuerzo y la modestia.

Sin embargo, y pese a las dificultades, hoy lamenta el fin del carbón en Asturias. Como él, cientos de familias de Bimenes salieron a flote gracias al mineral, entre ellos su padre y todos sus hermanos varones.

Hoy José Montes 'Pepe el de Tuenes' es ya el último minero vivo de esta estirpe.